El cáncer de piel no duele pero avisa

Los dermatólogos alertan: más de 8.000 casos de melanoma al año y señales que pueden detectarse en un minuto.
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El cáncer de piel continúa en ascenso en España, con más de 8.000 nuevos diagnósticos anuales de melanoma cutáneo, casi un 50 % más que hace una década. Esta evolución no solo refleja el envejecimiento de la población y la exposición acumulada al sol, sino también una mejora en la detección precoz. Y precisamente en la prevención se centró la campaña Euromelanoma 2025, que ha recordado la importancia de vigilar la piel de forma regular para identificar signos de alarma.

Durante la presentación de esta iniciativa, promovida por la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), los especialistas insistieron en la necesidad de evitar quemaduras solares desde edades tempranas. La exposición solar en la infancia, especialmente si se traduce en quemaduras con ampollas, puede tener consecuencias décadas después: el riesgo de desarrollar cáncer de piel se duplica en la edad adulta. A pesar de ello, uno de cada tres padres rara vez protege a sus hijos con ropa adecuada cuando están al sol.

“La piel tiene memoria”, advirtieron los dermatólogos, y cada quemadura suma en un historial que puede desembocar en lesiones graves. No todas las manchas son motivo de alarma, pero sí conviene prestar atención a ciertos cambios. En este sentido, se ha popularizado una herramienta sencilla y eficaz para la autoexploración: la regla del ABCDE. Este método ayuda a distinguir lunares sospechosos observando su Asimetría, Bordes, Color, Diámetro (más de 5 mm) y Evolución (cambios de forma, tamaño o color, picor o sangrado).

Otra estrategia útil es el llamado “signo del patito feo”, que invita a detectar aquel lunar o mancha que no se parece al resto. Según los expertos, la mayoría de las personas presentan lunares similares entre sí, por lo que cualquier elemento distinto podría ser una señal de advertencia.

Los dermatólogos subrayan que una lesión no debe descartarse por no doler: la mayoría de los melanomas no provocan molestias en sus primeras fases. Por eso insisten en la importancia de observar regularmente la piel y consultar ante cualquier anomalía, incluso si parece insignificante.

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