Desde la asociación Defendiendo lo vacío recuerdan que Natalia Ucero votó recientemente a favor de una moción de urgencia aprobada en el Ayuntamiento de Toro en contra de las macroplantas de biogás que se pretenden instalar en el término municipal, un posicionamiento que agradecen, pero que consideran insuficiente dada la magnitud de los riesgos asociados a estos proyectos.
En este sentido, la asociación subraya que la macroplanta proyectada en Villardondiego tendría efectos directos sobre la salud de los vecinos de Toro y de los municipios del entorno, por lo que reclaman a Ucero un compromiso más firme, especialmente teniendo en cuenta sus cargos como diputada provincial y senadora.
En la nueva solicitud remitida, Defendiendo lo vacío pide a Natalia Ucero que traslade esta problemática y el rechazo social surgido en los últimos cinco meses al alcalde de Villardondiego, Sergio del Teso, a quien diversas plataformas han solicitado hasta en tres ocasiones reuniones y documentación sin obtener respuesta. Asimismo, solicitan que haga llegar esta preocupación a su partido tanto a nivel provincial como regional y que se reúna personalmente con la asociación para abordar la situación.
La entidad ciudadana recuerda que la instalación de una macroplanta de biogás a escasa distancia de Pozoantiguo, Villardondiego, Villavendimio, Tagarabuena y Toro supondría un mayor riesgo de contaminación ambiental y sanitaria, con una mayor exposición a problemas de salud como dolores de cabeza, fatiga, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, diabetes o incluso cáncer en el alfoz de Toro.
Además, advierten del impacto negativo que este tipo de industria tendría sobre la imagen de la comarca, tradicionalmente vinculada a la agricultura y a un sector vitivinícola con proyección internacional, así como del riesgo de vertidos contaminantes asociados a la actividad.
Desde la asociación también se ha trasladado nuevamente a Natalia Ucero que la macroplanta de Villardondiego implicaría un trasiego constante de unos 65 camiones diarios transportando purines, estiércoles, residuos agroalimentarios, lodos de depuradora y otros residuos industriales. Este aumento del tráfico pesado supondría un mayor riesgo de accidentes en las carreteras de la zona y un peligro añadido de contaminación.
Los residuos generados tras el proceso, conocidos como digestato, se almacenarían en balsas de gran tamaño y posteriormente se esparcirían en los campos, una situación que, según Defendiendo lo vacío, conllevaría una depreciación de las viviendas, un impacto económico y laboral insignificante para la comarca y un aumento de la despoblación.
La asociación recuerda que este proyecto ha generado un rechazo social sin precedentes en el alfoz de Toro, con más de 1.200 alegaciones presentadas por vecinos y colectivos afectados, un respaldo ciudadano que consideran suficiente para exigir un posicionamiento claro y activo por parte de los representantes públicos.
