
El martes 26 de septiembre, aparece en los diferentes medios de comunicación de Salamanca la desaparición de la toresana Victoria Slavomira García Soltisova. Recientemente había cumplido 15 años, concretamente el día 16 de ese mismo mes. Sus padres están separados, su madre vive en Valladolid y su padre Miguel Ángel García de 62 años, a quien le dieron la custodia de Victoria, es y reside en Toro. Llevan casi dos meses sin saber prácticamente nada de su hija.
Muchos fines de semana acudía a casa de su padre. El domingo día 17 de septiembre, Miguel Ángel la llevó desde Toro a Valladolid y es la última vez que estuvo con ella. Victoria regresó a Salamanca en autobús, donde residía en la Casa Escuela Santiago Uno, último lugar en el que se le ubica. De su habitación no se llevó nada, salió sin una mochila, dejando sus cosas más personales, cabe destacar que ni si quiera llevó su teléfono móvil.
Victoria mide sobre 1,70m, pesa 55Kg, el color de su pelo es pelirrojo y tiene los ojos verdes. Ese día vestía mallas negras y camiseta blanca. El centro notificó su desaparición ante la Policía Nacional de Salamanca, quienes comenzaron con su búsqueda siguiendo con los protocolos pertinentes para este tipo de casos. Tras la difusión de sus datos, pidieron ayuda a la ciudadanía. La familia también denunció el caso y se presenció ante los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León solicitando información y ayuda.
Durante este tiempo las diferentes autoridades apenas se han puesto en contacto con la familia para informarles sobre como va el caso, comenta el padre de Victoria, a quien tampoco le consta que hayan accedido al teléfono de la menor.

“Apenas se han puesto en contacto conmigo, no me consta que hayan intervenido o estén investigando el teléfono de mi hija, hasta donde yo sé permanece en su habitación. Tampoco se si se pusieron en contacto con sus amigos más cercanos, no se prácticamente nada, no recibo ninguna llamada periódicamente en la que se me informe sobre como van los avances sobre su desaparición, si me han solicitado recientemente una prueba de ADN. Me siento solo ante esta situación, no se que puedo hacer y necesito ayuda para encontrar a mi hija, poder contratar un abogado especializado en este tipo de casos porque creo que no se está trabajado lo suficiente. No comprendo porque unas desapariciones tienen tanta repercusión y se implican tanto y en otras no.”
Este es el grito de un padre lleno de dolor que necesita ayuda, máxima colaboración ciudadana para encontrar a su hija y que ha decidido luchar y llegar hasta donde haga falta. “Vuelve Victoria, porque no te voy a reprochar nada”.