El Ayuntamiento aprueba el traspaso temporal del Consejo Regulador al Centro de Formación Agraria

El Ayuntamiento de Toro ha celebrado una nueva sesión ordinaria de la Comisión Informativa de Gobierno y Gestión Económica, en la cual se han debatido dos puntos, la solicitud de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León para la autorización del Ayuntamiento en relación al cambio de uso del Centro de Formación Agraria de la ciudad, que los dos partidos, PP y PSOE han aprobado por unanimidad, y la propuesta de cambio de denominación de la calle de Las Gallinas por calle del Amor de Dios, asunto en el que ambos grupos municipales no se han puesto de acuerdo.

Así, por lo que respecta al cambio de uso del Centro de Formación Agraria, el Consistorio ha aprobado que sus instalaciones sean utilizadas como sede temporal, por periodos de cinco años, del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vino de Toro. El alcalde de la localidad, Jesús Sedano, se mostró satisfecho por la unanimidad en la aprobación del traslado del órgano vitivinícola a estas dependencias, que definió como "importante" para la D.O. Toro, mientras que el concejal socialista José Luis Martín Arroyo añadió que, aunque "nos parece bien que lo ocupe de forma provisional, tampoco estamos dispuestos a que el Ayuntamiento renuncie al ya ansiado y viejo proyecto de recuperación del Alcázar como museo y centro de la Denominación de Origen, aunque somos conscientes de que no va a ser algo inmediato". Además, incidió en que "nos parece penoso que la Junta no haya dado el impulso necesario para que la actividad para la cual fue programado, que era la formación, se haya llevado a efecto".

Por otra parte, y por lo que respecta al cambio de denominación de la calle de Las Gallinas por el nombre de calle del Amor de Dios, los concejales de ambos grupos no lograron ponerse de acuerdo. En este sentido, el regidor popular, Jesús Sedano, aseguró que, mientras que para el PSOE su nomenclatura actual es tradicional, "nosotros entendemos que no lo es". Además, resaltó que "hace años los vecinos manifestaron su oposición porque no les gustaba el nombre de la calle, y así me lo hicieron saber también a mí como alcalde", y recordó que se trata de una vía que ya ha tenido diversos nombres, como el de Claudio Moyano.

Justificó Sedano la propuesta de este cambio en el hecho de que este año la ciudad celebra el 150 aniversario de la fundación del Amor de Dios en Toro, y "entendemos que la obra de su fundador, el padre Jerónimo Usera, ha sido muy importante y merece un reconocimiento por parte de la ciudad". Reconoció, por tanto, que el equipo de Gobierno "quiere que Toro reconozca la obra del padre Jerónimo Usera, cuyos restos mortales se encuentran en la ciudad, pues la cripta está situada en el propio colegio donde se fundó esta Congregación". Y destacó también que "sólo hay que recordar cómo hace 150 años la ciudad de Toro se volcó con la Congregación del Amor de Dios, acogiendo con cariño y solidaridad permanente a las Hermanas que comenzaron esta andadura", motivo por el que "queremos" que tenga un "reconocimiento oficial".

No obstante, recalcó que esta iniciativa "no es del equipo de Gobierno", sino que éste acepta una propuesta del colegio Amor de Dios y de sus antiguos alumnos, que también está "avalada por la firma de 726 personas", para que haya una calle en la localidad con el nombre del Amor de Dios. Y así, explicó que "entendemos que es el momento oportuno para que se cambie el nombre de la calle de Las Gallinas, también por su proximidad y por su entidad", dado que se trata de uno de los emplazamientos "más importantes que se podía buscar".

Finalmente, hizo un llamamiento al Partido Socialista "para que se incorpore al consenso y de aquí al Pleno lo reflexione y acepte esa denominación".

En cambio, el edil de la oposición socialista José Luis Martín Arroyo afirmó que "aunque hemos intentado que hubiese un consenso, no ha sido posible", de forma que "hemos advertido que este tema tenía que quedar sobre la mesa", y defendió su postura alegando que "no estamos en contra de poner este nombre a una calle, pero cuando haya un espacio o una vía pública nueva, que se tenga en cuenta, pero no cambiar el nombre de una calle que ya existe", y que, además, cuenta con una nomenclatura "que tiene una tradición y una historia". Además, afirmó que este tipo de cambios, "aparte de perder las tradiciones, lleva mucho tema administrativo".

Explicó Martín Arroyo que, según los datos "que hemos intentado recopilar de los expertos en tradiciones y en la historia de Toro", el nombre de esta calle "proviene de hace varios siglos", de la época en la que en esta zona se situaba la parte del mercado en la que se instalaban los vendedores de gallinas. Sin embargo, precisó, "perdió su nombre en época de la dictadura y se le puso el nombre de Claudio Moyano, pero el 17 de diciembre del año 1987 se volvió a cambiar su nombre por acuerdo de la Corporación, pleno en el que se recuperó el nombre tradicional de una treintena de calles".

Por último, anunció que "nosotros intentaremos, a través de las asociaciones culturales de la ciudad, recoger firmas para que este acuerdo se pueda volver atrás y no se lleve a efecto".

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