El profesor y compositor toresano David Rivas se ha convertido esta noche en un emocionado y emocionante pregonero de las fiestas de San Agustín de Toro con un pregón que ha sido una sinfonía en cuatro movimientos, un repaso por su propia vida, que ha iniciado con un Andante agradecido al Ayuntamiento, a su gente tan querida, y al pueblo de Toro por concederle el honor, el orgullo de ser pregonero.
Junto al alcalde de Toro, Tomás del Bien, y la reina y la Corte de Honor en el escenario, desde la emoción, sincero; desde ese amor por su tierra y sus gentes, Rivas ha continuado con un Largo nostálgico evocando su infancia, sus primeros pasos por las calles de Toro, sus años de colegio y en el instituto Pardo Tavera, y en el que no han faltado referencias a sus amigos, a su peña, a su paso por la Rondalla Toresana o por la Banda La Lira, sus recuerdos de sus primeras noches de copas o su revoltosa murga Los Peseteros, que anima desde hace casi treinta años el Carnaval toresano.
Con una evocadora melodía de fondo, el pregón de David Rivas ha sido una preciosa sinfonía dividida en cuatro movimientos, que en su tercera parte, un Scherzo vivace que en realidad ha sido un cántico a la convivencia, al orgullo de ser toresano, al futuro, a su gran suerte de poder transmitir su pasión, la música, a los niños de Toro.
Embajador de Toro allá por donde va, ha exaltado todas las bonanzas de su tierra natal más allá del vino o su riquísimo patrimonio, como sus fiestas, la participación popular, su Club de Atletismo, la Casa de Cultura, la Fundación González Allende y sus artista, con Delhy Tejero a la cabeza. Rivas también ha destacado los poetas, escritores, cineastas y actores, la tradición de los carrocistas, las murgas, asociaciones taurinas y deportivas, la Escuela de Folclore y sus grupos tradicionales, así como la solidaridad del pueblo toresano con numerosas asociaciones.
La música ha tenido un papel destacado con su reconocimiento, además de para la Banda, la Rondalla o la Escuela de Música, para Los Hombres de Paco, el guitarrista Paco Bielba, la cantante María Salgado, el director Ángel del Palacio o el internacional director de orquesta Jesús López Cobos, quién descansa ya para siempre en el Monasterio de Sancti Spiritus de Toro.
El cuarto y último movimiento de su pregón ha sido un Allegro optimista en el que el pregonero ha instado a sus vecinos a hacer una ciudad mejor, a soñar, y ha finalizado con una frase de Chaplin y otra de Beethoven, dos de sus más admirados personajes, animando a los toresanos a vivir y hacerle la vida más feliz a los demás.
Con una Plaza Mayor entera en pie, el pregonero a recibido los "bravos", la ovación más cerrada y sonora en uno de los más bellos conciertos de su vida, el de convertir la música en un cántico de amor a la ciudad que es su cuna y abrir la alegría de la fiesta con la palabra.
Finalizado el pregón de David Rivas, ha tenido lugar la coronación de la reina y la imposición de bandas a su corte de honor. Ahora sí, ahora ya Toro vive de lleno sus fiestas.

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Fotos: Rocío Gato