Provocan fobia pero son unos depredadores "muy sanos" para el medio ambiente. Llegan con el calor y aparecen en los rincones más escondidos de los barrios de Zamora. Y algunas casi llaman a la puerta.
Toparte con culebras durante un paseo por el campo entra dentro de lo normal, pero encontrarla a la puerta de casa es algo más inusual y, desde luego, provoca "asco". Son inofensivas, pero mal recibidas en casa.
Y esta experiencia es lo que han vivido unas vecinas que residen en San José Obrero cuando se disponían a salir de casa para disfrutar de la tarde en Valorio. Pasadas las 19 horas abrieron la puerta del portal y se encontraron con un pequeño reptil "agazapado" a la sombra, aunque las culebras son capaces de soportar olas de calor a pleno sol.
Tras el susto inicial, acompañado de algún grito, las dos mujeres decidieron dejar en paz a la culebra y continuar su camino.
Este reptil carece de veneno y se alimenta de insectos o lagartijas por lo que su presencia, aunque provoque miedo, es muy beneficiosa para el medio ambiente.