El susto de la familia fue mayúsculo. La mujer se disponía a salir de casa el sábado por la mañana para ir a trabajar cuando, de repente, vio algo extraño en uno de los balcones de la casa. Al acercarse, vio una serpiente enorme que luego le dijeron medía 2,5 metros y pesaba unos 40 kilos.
La pareja que habita en la vivienda junto con dos hijos avisó a los Bomberos y la Policía Municipal, que en pocos minutos habían llegado a la vivienda para recoger la pitón.
El reptil se había colado en uno de los balcones del piso y estaba como adormecida. Las sospechas es que la pitón se escapó de una casa cercana, pero el dueño aún no ha aparecido. Aunque en un primer momento se habló de que la serpiente era de color azul, la familia que dio aviso a los bomberos y policías locales confirmó que su color es marrón.
Hasta que la Policía Local encuentre al propietario de este reptil, la pitón permanecerá en el Hotel Canino y Felino Kabluna de Corrales del Vino, donde el reptil "reside" desde el sábado.
Según el centro, no se trata de una serpiente abandonada, ya que está "bien alimentada y cuidada". Así que todas las hipótesis llevan a pensar que el reptil se escapó de una vivienda cercana a la Plaza de Santa Lucía y se coló al domicilio de unos vecinos. "Menos mal que el balcón estuvo cerrado toda la noche a pesar de la ola de calor, si no entra en casa", aseguraba la mujer que encontró la pitón, tras narrar el "enorme susto" que se llevó.
Hasta el momento nada se sabe del dueño de la mascota, aunque la Policía Local sigue investigando para encontrarlo. Mientras, la pitón pasará una temporada en el Hotel Canino y Felino de Corrales, donde también se crían serpientes pequeñas, aunque sus dueños reconocen que "no puede estar mucho tiempo porque no tenemos un terrario adaptado a su tamaño".