La procesión de La Mañana de este Viernes Santo, lucirá el paso de La Verónica, patrona del gremio textil, será el centro de una emotiva demostración de la colaboración entre el comercio zamorano, especialmente el pequeño comercio, y la tradición religiosa de la Semana Santa de Zamora.
La presentación ha contado con la presencia de importantes figuras de la ciudad. Alfonso García, gerente de Zamora 10, junto a José Ignacio Bartolomé Calvo, presidente de la Cofradía de Jesús Nazareno, y Narciso Prieto, director de Comunicación de Caja Rural, también hermano de la cofradía, han sido los encargados de destacar la importancia de esta tradición.
El paso de La Verónica, adornado con flores, ha sido una tradición que ha vinculado estrechamente al comercio de Zamora con la Semana Santa. Desde hace años, los comerciantes zamoranos han donado flores para adornar este paso, un gesto que simboliza la relación del comercio con las tradiciones de la ciudad. En los últimos años, la asociación de empresarios Zamora 10 ha recogido el testigo de esta importante labor, para continuar con esta tradición que, además de ser un homenaje al gremio textil, refuerza el lazo entre los comerciantes y la cofradía.
Narciso Prieto, director de Caja Rural, destacó la importancia simbólica de esta acción. Para él, no se trata solo de una cuestión económica, sino de un acto cargado de afectividad, que refleja la unión histórica del comercio zamorano con la Semana Santa. Además, expresó su agradecimiento a Zamora 10 por mantener esta tradición, que representa el sentir de muchos comerciantes y ciudadanos.
Por su parte, Alfonso García, presidente de Zamora 10, ha afirmado que lo que realmente importa es lo que representa: la continuidad de una tradición que une a las nuevas generaciones con las pasadas y que fortalece el comercio local.
José Ignacio Bartolomé Calvo, presidente de la Cofradía de Jesús Nazareno, también agradeció a Zamora 10 y a la Fundación Caja Rural por su colaboración, recordando cómo esta tradición comenzó en los años 60, cuando el comercio local no tenía la solvencia económica de hoy, pero igualmente se volcó con la cofradía y con la Semana Santa de Zamora.
