Sábado de Pasión, sábado que marca el camino desde la Catedral hasta el Camposanto zamorano. Sábado de creer en la Luz y en la Vida que Jesús, con los brazos abiertos a todos los zamoranos, nos anuncia mientras los hermanos de la Hermandad oran por todos los difuntos.
Fue un todavía cercano 1993 cuando el Sábado de Pasión cobrara más sentido en la ciudad al ver desfilar a una hermandad que congregaba el dolor de todas las cofradías de Zamora.
Hermanos de Camposanto, hermanos de oración interna que caminan junto al Señor para rezar por todos los que ya descansan allí, por todos los que un día también rezaron por nosotros.
Jesús Luz y Vida, Jesús de brazos abiertos a todos nosotros. Cristo de mirada clara, de fé, de camino hacia la luz, de camino hacia la vida. Jesús Luz y Vida de Hipólito Pérez Calvo, Jesús hijo de un zamorano, padre de todos los zamoranos a los que acoge, desde hace más de veinte años en su verdad.
Hermanos de Camposanto, hermanos del cementerio de Zamora, hijos e hijas de tantos otros cofrades, de tantos otros zamoranos que creyeron en la luz, que creyeron en la vida.