viernes. 19.04.2024
Félix y obispo 1
Félix y obispo 1

Si poco antes de las 12 de la noche del lunes se anunciaba la suspensión de la segunda procesión del día, a la una y once minutos la lluvia hacía acto de presencia como se preveía por parte de la organización de una Cofradía que siempre salió a la calle aún con aguaceros y días intempestivos.

La talla recién restaurada podría haber sufrido un irreparable daño de haber salido a la calle. A las 11:47 horas del lunes Santo la decisión estaba tomada, el presidente de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte muy bien aconsejado por las personas que controlan la meteorología en la capital entre ellas Emeterio Aliste, el hombre del tiempo de Pasión en Zamora hacían el sacrificio de anunciar una suspensión más que acertada.

En el anuncio de José Temprano estaba la clave, cuando comunicó a este diario y a los compañeros de la prensa que la procesión había de suspenderse puesto que la amenaza de lluvia era más que real. La ventana abierta desde las 10 la noche y hasta la 1 de la madrugada se cerraría como así fue. A la 1 y 11 minutos ya del día 12 la lluvia hacía acto de presencia dejando a la capital encharcada y con un aguacero de justicia.

Félix y Temprano
Félix y Temprano

Muchas fueron las críticas y los silbidos ante la salida de los cofrades tras orar con su Cristo de la Buena Muerte en la Iglesia de San Vicente, un Cristo que recién restaurado podría tener serios problemas de daño según sus restauradores. Más de un "niñato" silbaba una decisión más que correcta basada en las predicciones que al final se han cumplido. El agua hacía acto de presencia dando la razón una directiva que salía del templo emocionada y con las lágrimas en la cara de su presidente Félix Gómez, que se fundía en abrazos con su directiva y con este medio con el que tiene una gran y especial relación.

El Cristo este año y los hermanos de la Buena Muerte no han podido procesionar pero algo era notorio entre ellos a parte de la emoción y las lágrimas, y era el sentimiento de resignación y esperanza en 2023 o en los años venideros. Algún hermano había esperado hasta 20 años para poder salir esta noche pero la meteorología truncó su sueño, el de hoy pero no la esperanza de años próximos.

Una decisión acertada y con un peso especial tras dos años de pandemia y la que hasta Monseñor Valera ha podido tener parte de razón en su opinión de no tomar riesgos en una noche de dolor por la suspensión para todos. El Cristo de la Buena Muerte ayude a todos los que hoy han dudado de una directiva que primero piensa en el bien y en la Semana Santa anteponiendo ganas, y criterios, e incluso principios, pero la directiva de Félix Gómez ha tenido la previsión, el coraje y el arrojo de suspender ante la más que clara previsión de lluvia. Un acierto que ha supuesto un gran dolor entre los hermanos y los zamoranos pero cargada de razón y de peso para salvaguardar su talla principal. Una decisión histórica que acompañará a los dos años de pandemia donde el de la Buena Muerte ha sido el protagonista, dos años por el COVID-19 y este 2022 por la inclemencia meteorológica.

Una hermandad de penitencia que ha sacrificado sus principios por un bien común, el de conservar una talla de valor incalculable y de reciente restauración. Si se hubiera mojado habría sufrido un gravísimo perjuicio habiendo dañado todo el trabajo realizado e incluso podría haber supuesto un daño de raíz en su imagen. En realidad el concepto de penitencia lo cumplen todas las hermandades, pero en el concepto penitencia relacionado con procesiones de noche, la única que tiene por estatutos recogido que en caso de lluvia débil/media debe salir, es la Hermandad de las 7 Palabras

Que el Cristo de la Buena Muerte de descanso a todos en una jornada marcada por la lluvia y por las enormes ganas de procesionar tras una pandemia que se ha llevado razones, personas y sobre todo almas que hoy podrán estar junto a él para acompañarle en su regazo. 

Decisión sabia y acertada, la Buena Muerte sacrifica sus principios ante la lluvia