Semana Santa
Los escoltas en la Semana Santa de Zamora
La Semana Santa de Zamora es una manifestación religiosa de gran arraigo y solemnidad, reconocida a nivel internacional por su riqueza cultural y tradición. En el corazón de estas celebraciones se encuentran las escoltas que acompañan los pasos, reflejando un compromiso profundo con la fe y la comunidad.
Estos escoltas, compuestos por miembros de diferentes cuerpos de seguridad y fuerzas armadas, llevan consigo no solo su uniforme, sino también una vocación de servicio y devoción que enaltece cada procesión. Su presencia añade un matiz especial de respeto y solemnidad a las manifestaciones religiosas que tienen lugar en la ciudad.
- Una tradición viva: los escoltas del Santo Entierro
- Escoltas en Zamora y Provincia de los grupos escultóricos
- Lunes Santo: Jesús en su Tercera Caída
- La Soledad
- Domingo de Resurrección
- Más allá de la escolta: el acompañamiento simbólico
- Fe, patria y devoción: un símbolo de identidad zamorana
Compromiso, solemnidad y orgullo. Las escoltas que acompañan los pasos procesionales en la Semana Santa de Zamora son mucho más que un adorno marcial: representan la unión entre fe, patria y tradición. Desde la Guardia Civil hasta la Infantería de Marina, cuerpos de seguridad y fuerzas armadas se convierten en parte esencial del cortejo, engrandeciendo con su presencia y entrega una de las celebraciones más sentidas por los zamoranos.
Una tradición viva: los escoltas del Santo Entierro
Durante la Semana Santa zamorana, cada procesión cobra vida gracias a la participación de escoltas voluntarios que acompañan los pasos con dignidad y respeto. La Real Cofradía del Santo Entierro lleva a cabo una de las procesiones más significativas, donde doce pasos desfilan escoltados por piquetes de militares, policías y bomberos.
Estos escoltas, en su mayoría zamoranos de corazón, representan una continuidad de tradiciones que se han mantenido a lo largo de los años. Su presencia es una muestra palpable de la unión entre la comunidad y las instituciones que velan por la seguridad y el orden durante las celebraciones.
1. La Magdalena
Escoltada por un piquete del Ejército del Aire de la Base Aérea de Matacán, esta procesión cuenta con oficiales, suboficiales y tropa, en su mayoría voluntarios zamoranos. Este año, el piquete celebra 25 años de fidelidad a este paso, manteniendo viva una tradición de compromiso y devoción.
2. El Centurión
Acompañado por un piquete del Ejército de Tierra, compuesto por reservistas de diversos rangos, este escolta refleja la conexión personal y geográfica con Zamora. La presencia de estos efectivos añade un valor histórico y cultural a la procesión, fortaleciendo los lazos entre el pasado y el presente.
3. Longinos ( La Lanzada)
Custodiado por el Cuerpo de Bomberos de Zamora, este paso emblemático se ve reforzado por la colaboración de la banda de guerra del Regimiento de Ingenieros Nº 11 de Salamanca. La combinación de elementos militares y civiles crea una imagen impactante que resalta la belleza y la devoción de la manifestación religiosa.
4. El Cristo de Las Injurias
Por primera vez, este año cuenta con escolta de un piquete del Ejército de Tierra, que acompaña al Cristo del Silencio en su procesión principal. La inclusión de nuevos escoltas refuerza el vínculo entre el mundo castrense y la devoción zamorana, celebrando los 100 años de esta venerada imagen.
5. El Descendimiento
Escoltado por la Guardia Civil, este paso mantiene una presencia histórica y solemne. La sobriedad y recogimiento de los escoltas acompañan la figura del Descendimiento, asegurando un recorrido respetuoso y significativo por las calles de la ciudad.
6. El Descendido
Custodiado por la Policía Municipal de Zamora, este paso es una imagen de culto que representa la devoción y el respeto hacia las tradiciones religiosas. Su historia se remonta a 1699, consolidándose como una figura central en la Semana Santa zamorana.
7. La Conducción al Sepulcro
Escoltada por la Policía Nacional, esta procesión refleja una participación creciente de jóvenes agentes voluntarios. La imagen, inspirada en el cuadro de Antonio Ciseri, simboliza el transporte de Cristo hacia el sepulcro, representando un momento de profunda reflexión y fe.
8. San Juan y la Virgen
También bajo la escolta de la Policía Nacional, estas imágenes representan la tristeza y esperanza ante la muerte de Jesús. Con una rica historia que se entrelaza con la de la Cofradía, San Juan y la Virgen destacan por su cercanía y solemnidad.
9. El Retorno del Sepulcro
Acompañado por efectivos de la Policía Municipal, este paso simboliza el duelo colectivo y la esperanza renovada. Desde su primera procesión en 1927, ha mantenido su relevancia, siendo un elemento contemplativo y emotivo en las celebraciones.
10. La Urna
Escoltado por la Guardia Civil, este paso titular de la cofradía celebra más de un siglo de tradición en concreto la presencia de agentes de la Benemérita en el desfile se remonta a hace 165 años. La presencia de guardias en uniforme de gala añade un aire de solemnidad y respeto, convirtiendo a La Urna en un referente central de la procesión.
11. La Virgen de los Clavos
Con la escolta de un piquete de la Infantería de Marina de la Agrupación de Madrid (AGRUMAD), este paso une la marcialidad con la devoción religiosa. Su procesión bajo palio destaca la antigüedad y veneración de esta imagen en la Semana Santa de Zamora.
12. La Piedad
La Piedad. Escoltado por componentes de Protección Civil Zamora. La mesa fue tallada por D. Ricardo Flecha Barrio en madera de caobilla. Se usó por vez primera en 2001. Y este es el único paso que este cuerpo de ayuda y protección que escolta en la Semana Santa de Zamora al igual que hacen sus compañeros de Toro el Martes Santo en la ciudad vecina.
Escoltas en Zamora y Provincia de los grupos escultóricos
No solo en Zamora capital se escoltan los pasos del Santo Entierro. Durante el Lunes Santo, los pasos de Jesús en su Tercera Caída también reciben escolta, extendiéndose esta tradición a otras procesiones como la del Virgen de la Soledad el Sábado de Pasión y el domingo de Resurrección. En estos días, tanto la Policía Municipal como la Guardia Civil rinden honores, subrayando la importancia de mantener la tradición y el respeto por las figuras religiosas.
En la provincia, localidades como Toro y Benavente son ejemplos destacados donde cuerpos como la Guardia Civil y Protección Civil participan en las procesiones del Martes Santo y el Viernes Santo. La presencia de estos cuerpos de seguridad en los pueblos cercanos a la capital asegura la continuidad y el respeto de estas manifestaciones religiosas en todo el ámbito provincial.
Lunes Santo: Jesús en su Tercera Caída
La procesión de Jesús en su Tercera Caída, realizada cada Lunes Santo, es una de las más emotivas de la Semana Santa zamorana. Esta procesión cuenta con una destacada participación de escoltas militares que acompañan a las imágenes de Jesús en su Caída, la Virgen de la Amargura y la Despedida de Jesús y su Madre.
Los escoltas, compuestos por efectivos de la Guardia Civil, el Ejército y reservistas, todos ellos zamoranos y voluntarios, participan por un compromiso personal y religioso. Esta combinación de fe y servicio aporta un carácter especial y reflexivo a la noche del Lunes Santo, reforzando los lazos comunitarios y religiosos.
Nuestra Madre de las Angustias
El Viernes Santo en Zamora el dolor de una madre se traslada a todos los zamoranos y el paso titular junto con los demás que componen la procesión de Nuestra Madre de las Angustias son escoltados por la Guardia Civil. Un nuevo ejemplo de una solemnidad creciente en la Semana de Pasión zamorana.
La Soledad
La Virgen de la Soledad, conocida como la madre de los zamoranos, también recibe su propia escolta. En este caso, la Policía Municipal de Zamora rinde honores a esta imagen femenina, acompañada por miles de mujeres en el Sábado Santo. Esta procesión es una de las más emblemáticas, reflejando la cercanía y solemnidad que la comunidad zamorana siente hacia esta figura maternal.
La veneración de la Virgen de la Soledad es evidente en cada procesión, donde las mujeres de Zamora muestran un respeto profundo y sincero. Esta devoción se traduce en una manifestación de fe que fortalece el tejido social y religioso de la ciudad.
Domingo de Resurrección
Para Zamora, el Domingo de Resurrección representa el cierre de la Semana Santa con una celebración de alegría y renacimiento. En este día, la Guardia Civil acompaña a la Virgen y la Policía Municipal al paso del Resucitado, dos imágenes que destacan por su protagonismo y simbolismo.
Los piquetes de ambos cuerpos de seguridad compiten en elegancia y desempeño, asegurando que la procesión del Resucitado sea una experiencia visual y espiritual memorable. A pesar de la conclusión de la semana de pasión, la energía y la devoción permanecen, celebrando la fe y la resurrección de Cristo.
Más allá de la escolta: el acompañamiento simbólico
Además de los piquetes oficiales, la Semana Santa de Zamora se enriquece con los acompañamientos. La Hermandad del Santo Entierro permite que cualquier zamorano interesado en escoltar un paso lo haga de manera simbólica. Muchos de estos acompañantes son cadetes de academias militares como la Academia General Militar, la General Básica de Suboficiales y alumnos de la Guardia Civil, Armada, Tierra o Aire.
Estos cadetes, muchos de los cuales han alcanzado distinciones honoríficas, representan la continuidad de la tradición y el compromiso hacia la comunidad. Un ejemplo notable es un zamorano que ahora nevega en buque Juan Sebastián Elcano, y acompaña a la princesa Leonor en su formación militar pero que este 2025 se encuentra embarcado y no puede realizar su petición, simbolizando la unión entre la tradición local y las responsabilidades nacionales.
Fe, patria y devoción: un símbolo de identidad zamorana
El vínculo entre los cuerpos militares y las imágenes de Semana Santa en Zamora no es fortuito. La ciudad, que preserva la tradición de los tercios antiguos y la conmemoración en el Milagro de Empel, todo ello mantiene una relación simbiótica entre lo castrense y lo religioso. Cada piquete, cada cadete que se postra ante un paso, refleja una historia compartida de fe y patriotismo.
La Semana Santa en Zamora no se limita a ser observada o escuchada, sino que se vive en cada paso, en cada escolta, y en cada participación voluntaria. La pisada marcial de quienes, sin obligación ni retribución, acompañan a Cristo o a su Madre, resalta un compromiso espiritual y cultural que define la identidad zamorana.
Dar las gracias especialmente para la realización de este artículo al responsable de protocolo del Santo Entierro ( Jose Luis) y a las diferentes cofradías y hermandades por su inestimable colaboración y ayuda ya que sin ellos no podría haberse realizado este escrito.
