Esta mañana, Padornelo ha sido el epicentro de una movilización masiva que ha unido a cientos de vecinos de Zamora y Galicia en una sola voz: no al recorte de las frecuencias del AVE en las estaciones de Otero de Sanabria y A Gudiña.
La protesta, liderada por La Alianza UPA-COAG, ha reunido a un gran número de afectados, asociaciones, representantes vecinales y agricultores que ven cómo el tren de alta velocidad, que llegó como símbolo de futuro, empieza a alejarse de sus pueblos.

La manifestación ha contado con la participación destacada de José Manuel Soto, delegado de COAG en Zamora, quien ha tomado la palabra ante los asistentes para denunciar una situación que considera “injusta y lesiva para el medio rural”. Soto ha defendido la necesidad de mantener ambas paradas como una herramienta clave para fijar población, facilitar servicios, promover el turismo rural y conectar la España vaciada con las grandes ciudades.
“No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras recortan el derecho a la movilidad de nuestros pueblos. Si no hay respuesta, iremos a Madrid en septiembre”, ha proclamado Soto, anunciando que la protesta llegará a la capital si el Gobierno no da marcha atrás en las decisiones que afectan a las estaciones de Sanabria y Galicia.
Una comarca que responde
La respuesta vecinal ha sido contundente. Desde primeras horas de la mañana, se han ido concentrando cientos de vecinos procedentes de toda la comarca sanabresa, así como ciudadanos de la parte gallega limítrofe, especialmente de la zona de A Gudiña. En una estampa que recordaba a las grandes movilizaciones rurales, pancartas, chalecos reivindicativos y cánticos en defensa del tren público y accesible han llenado Padornelo de compromiso.
“Nos prometieron un AVE para unirnos con el mundo, y ahora nos lo quieren quitar a trozos”, lamentaba una vecina llegada desde Puebla de Sanabria. Otros asistentes recordaban que las estaciones de Otero y A Gudiña fueron claves para frenar la despoblación y reactivar el turismo rural, pero que ahora las limitaciones de frecuencias las están convirtiendo “en paradas fantasma”.
Una lucha que no termina aquí
La Alianza UPA-COAG ya ha advertido que esto es solo el principio. El calendario de movilizaciones se ampliará si no hay una respuesta clara por parte del Ministerio de Transportes y Renfe. La idea de llevar la reivindicación hasta Madrid en septiembre cobra fuerza como medida de presión definitiva para visibilizar la problemática de los pueblos del noroeste peninsular.
La concentración de hoy ha dejado claro que ni Zamora ni Galicia están dispuestas a dejar que el AVE pase de largo, mientras las promesas se quedan en la estación. La lucha por las paradas de Otero de Sanabria y A Gudiña se convierte así en un símbolo del derecho del mundo rural a existir, a ser conectado y a no ser olvidado.
