Más de mil agricultores de Castilla y León, entre ellos más de 30 procedentes de Zamora, se han concentrado este lunes en la planta de biocarburantes de Babilafuente (Salamanca) para denunciar la crisis que atraviesa el sector cerealista. La protesta, convocada por las organizaciones agrarias Alianza UPA-COAG y ASAJA, forma parte de una serie de movilizaciones contra los bajos precios del cereal, que amenazan la viabilidad de miles de explotaciones en la región.
Los productores alertan de que, campaña tras campaña, la superficie cultivada se reduce debido a la combinación de dos factores: el elevado coste de producción y la caída de los precios provocada por importaciones masivas. Entre los principales problemas que afrontan los agricultores se encuentran el alto precio de los fertilizantes, semillas, fitosanitarios y energía, así como la especulación de los operadores comerciales, que aprovechan la entrada de cereal extranjero para devaluar el mercado local.
Las organizaciones agrarias advierten que la situación se agravará con la ratificación del acuerdo UE-MERCOSUR, que permitirá la entrada de más productos a precios competitivos, así como con los aranceles impuestos a los fertilizantes rusos y bielorrusos. Además, existe incertidumbre ante posibles medidas arancelarias de la nueva administración estadounidense, lo que podría afectar aún más a la estabilidad del mercado.
Además de exigir medidas a la Unión Europea, el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León, los agricultores han decidido extender sus protestas a los operadores comerciales, a quienes acusan de perjudicar la rentabilidad del sector con sus prácticas especulativas.
Las organizaciones convocantes han llamado a todos los agricultores y ganaderos de la región a unirse a las próximas concentraciones y defender la viabilidad del sector primario, que juega un papel fundamental en la economía de Castilla y León.
