jueves. 25.04.2024
Guillermo León
Guillermo León

Al son del abrazo, los pasos cortos y la música intimista. El tango argentino ha pasado a convertirse en uno de los bailes más consolidados, pese a ese carácter “localista” que ha logrado imponerse en prácticamente toda España, a excepción del sur donde el flamenco sigue imponiéndose al resto de estilos.

Desde hace meses, Zamora se ha enamorado un poco más del son del otro lado del Atlántico de la mano del bailarín profesional Guillermo León. Colombiano de nacimiento, se dejó conquistar por el tango en 1984, un arte en el que consiguió destacar en 1991 cuando se convirtió en Campeón Nacional en Colombia. Un título que supone la cumbre de su carrera en un género en el que los requisitos están muy marcados: “Cuando ya obtienes un título en el tango, sea cual será ya es muy difícil volver a concursar porque si pierdes te quedas sin nada”.

Un arte que desde hace 21 años cultiva con intensidad en España, donde conoció a su eterna pareja de baile, Rebeca, y que le ha llevado a participar en algunos de los eventos más importantes a nivel mundial como el Festival de Tango de Sitges y el de San Sebastián así como a participar en espectáculos especialmente en Centroamérica, EEUU, Venezuela, Brasil y Argentina, entre otros.

Guillermo León
Guillermo León

León ya constata en las múltiples clases que imparte, tanto en Zamora en la academia Salsón Dance, como en otras provincias y comunidades fuera de Castilla y León: “Aquí veo un amor por el tango tremendo, quizá a excepción del sur, pero en la parte media y norte de España el tango ha cobrado mucha fuerza en las últimas décadas”.  

Las clases surgen como un proyecto conjunto de David y María que busca sentar una base de tango profesional en Zamora. “El tango argentino es un solo lenguaje. Si lo dominas podrás bailar tango argentino en Francia o en Argentina, en cambio  si no lo aprendes bien sólo te entenderás con tu pareja de baile habitual”.

El tango exige de una implicación y una constancia para dominarlo con una cierta destreza: “Esto es casi una carrera. No es una clase de dos días como quien baila un baile de salón: el tango requiere una especialización y ese compromiso ya se aprecia en la mayoría de las parejas que se apuntan”. Aprender a bailar un tango tranquilo con sus caminatas y sus paradas requiere un tiempo mínimo de seis meses, siempre y cuando las clases sean complementadas más allá con la práctica por cuenta propia. “Por ejemplo, en Salsón lo que se está haciendo es que, aparte de las clases conmigo, se reúnen para hacer una práctica, que es lo óptimo para avanzar con una cierta fluidez”.

Actualmente, Guillermo León ofrece su saber y profesionalidad en las clases que imparte en la escuela Salsón (pl. Puebla de Sanabria, 12) todos los miércoles, así como en Salamanca, Valladolid, León, Burgos y fuera de España con proyectos futuros en Dubái.

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Clases de baile de tango argentino

Zamora baila “a paso de tango”