
Ha sido un recorrido con altos y bajos, "veinte años por mi cuenta". Un negocio que arrancó en la calle Pablo Morillo con un salón de peluquería "grande" y, que desde hace nueve años, opera en Víctor Gallego. Un salón que se ha ido adaptado a los tiempos hasta llegar a las dos décadas en Zamora; algo que no ocurre todos los días.
Es el caso de peluquería Lambda, nació por una pasión que "me llega desde que era niña, siempre soñaba con tener mi propio centro, lo tenía muy claro", ha apuntado María Ángeles Varanda, peluquera y dueña de este negocio. Anteriormente trabajó en otros salones, pero su vocación por "seguir evolucionando", esas ansias de aprender y continuar en constante desarrollo, llevaron a subir la trapa y embarcarse en esta aventura.
Lambda es un lugar de referencia en la ciudad de Zamora. Un espacio donde Varanda se esfuerza para entender las necesidades y cumplir los deseos de cada uno de sus clientes. Todo ello, con un servicio personalizado y de calidad donde destaca la pasión y la dedicación por los peines y la tijeras. Cada vivencia le sirve para seguir creciendo y adaptarse, "vino una clienta que tenía cáncer y busqué toda la información posible, me formé en pelucas y también en cuidados oncológicos", se centró en el cuidado del cuero cabelludo y también del pelo, fue "evolucionando".

Desde que abrió la puerta de su negocio, han pasado veinte años con pros y contras. Cosas buenas y también malas. Momentos de crisis, "que han sido apretados y que te hacen cuestionarte", pero "hay que reinventarse y buscar otra salida, sigues adelante". Nunca se ha rendido y lo tiene claro, volvería a emprender en Zamora, en su ciudad.
Una peluquería que se ha ido adaptando a los tiempos. Desde que comenzó "todo ha cambiado y evolucionado. La gente lee mucho, se interesa por las cosas y tú tienes que seguir formándote con ellos porque, al final, demandan esa información y esos cuidados". Así, en 2021 se centró en el "método curly", una técnica basada en aportar y mantener un alto nivel de hidratación en el cabello para conseguir unos rizos definidos, naturales y sin encrespamientos.
Una técnica para potenciar la definición del bucle que le trae clientas desde Salamanca, León, Valladolid e incluso de Murcia, "vienen aquí a pasar las vacaciones y acuden a mi peluquería, es algo que me ha sorprendido". Tanta es su dedicación que incluso ha llegado a adentrarse en el rizo afro con una formación a manos "de los mejores".
Además de la calidad y de las manos que manejan la tijera, hay más peculiaridades para mantener un negocio durante tanto tiempo. Varanda trabaja bajo cita "que yo sí respeto" donde dedica "el tiempo que la persona necesita". Una atención que llama la atención en un mundo en el que vivimos a la velocidad de la luz, donde no nos paramos. Donde no tenemos tiempo. Presta atención a lo que necesita cada uno de sus clientes, "si veo que no puedo atender, no lo cojo".
Un negocio que se ha mantenido durante veinte años en la ciudad. Que tiene sus clientes habituales; donde algunos fueron, vienen e irán. Un lugar en el que cada día, esta peluquera que soñaba con tener su propio espacio cuando era una niña, regenta con ilusión, ganas y motivación. Una pasión que se transmite. Que se mantiene. Que perdura como perdura este salón en la capital. Y ahora quiere celebrarlo.

El 25 de noviembre, a partir de las 18:00 horas habrá un evento en esta peluquería de Víctor Gallego, para celebrar ese tiempo dedicado a la atención, al cuidado del cabello, a la demanda personalizada. Un encuentro para celebrar con los clientes, "que son los que me han ayudado a hacer todo este recorrido". Para todos aquellos que estuvieron, que están o que estarán; donde les recibirá con los abrazos abiertos y una sonrisa para conversar y festejar. Donde además, habrá un sorteo de dos packs de productos entre las asistentes, uno para aquellas con pelo liso y otro, para las de pelo rizado. Un regalo para todas ellas, que dejan su melena, en las manos de esta zamorana que un día decidió embarcarse en una aventura que lleva ya dos décadas.
