El Puente de Piedra en Zamora es una construcción destacada que ha estado en pie desde el siglo XII. Este puente, con 13 arcos de piedra, cruza el río Duero y ha sido fundamental en la conexión entre diferentes áreas de la ciudad a lo largo de los siglos.
La construcción del puente comenzó en el siglo XII y se llevó a cabo con técnicas de la época que permitieron erigir una estructura sólida para superar el río Duero. Su principal función era facilitar el tránsito de personas y mercancías, convirtiéndose en una ruta clave para la comunicación y el comercio.
Con el paso del tiempo, el puente ha requerido varias renovaciones para mantener su estabilidad. Las intervenciones han incluido reparaciones y restauraciones que han respetado el diseño original, asegurando que el puente pueda continuar siendo funcional mientras conserva su estructura histórica.
Hace años, se mejoró el suelo del puente para evitar baches y facilitar el paso de vehículos. Sin embargo, debido a la dificultad y peligrosidad de maniobrar en los estrechos laterales del puente para permitir el paso de dos vehículos, se prohibió el acceso a automóviles.
Posteriormente, se abordaron las condiciones de seguridad del puente con la restauración de las vallas. Durante un tiempo, los zamoranos habían colocado candados románticos en estas vallas, un elemento decorativo que tuvo que ser retirado debido al deterioro de la estructura.
Actualemte, se están llevando a cabo nuevas reformas para dar una imagen renovada al puente. Las vallas originales estan siendo reemplazadas por piedras que imitan la estética medieval del puente. Durante esta fase de restauración, se prohibe el acceso tanto a ciudadanos como a visitantes para proteger el área y permitir que las obras se completen adecuadamente.
A pesar de que el cierre llevará tiempo, los zamoranos están deseando que se abra la vía para evitar el rodeo de la ciudad por los puentes laterales, el Puente de Hierro y el Puente de Los Poetas, para acceder al casco antiguo de la ciudad.