Las joyas reales tienen esencia zamorana. Los pendientes realizados por Pepe Alba, el impulsor de la firma que a día de hoy lleva su nombre desde 1989 y que mantienen sus hijos, han adornado el rostro de la reina Letizia durante la ceremonia de los premios Cervantes. Y de ahí al éxito. Una joya realizada a mano que inmediatamente se ha agotado en la web, disparando las ventas y, lo que es más importante, dando una importante difusión a una marca pequeña pero con 33 años de trayectoria.
Porque estos pendientes -valorados en 275 euros con rectángulo en oro, perlas cultivadas barrocas cuadradas y prehnitas facetadas- suponen un ínfimo resumen de la historia de una familia que nace en Zamora pero cuyo afán aventurero no tiene límites. De su tierra de origen, Pepe pasó por Torremolinos, Denia, Ibiza, Ámsterdam, El Sahara, El Aaiún, Barcelona, Valencia, Toledo, Badajoz, Salamanca y Madrid. La trayectoria vital de un zamorano muy vinculado a su tierra y que apostó por dar a conocer el nombre de la joyería allí por donde fuera: "Él quiso viajar. Ha vivido en muchas ciudades y países y por consecuencia se impregnaba de su cultura y vivencias".
Fue cuestión de horas que los medios de comunicación se hicieran eco del estilismo de la reina. Sin saber cómo, Álvaro Alba -que junto a su hermana Luna han sido los encargados de tomar las riendas de la marca familiar- explica que las revistas localizaron la marca y en apenas unas horas el producto se agotó. Sólo como prueba, a día de hoy tan sólo hay unos pendientes disponibles en la tienda de Zamora: "Había diez y hasta que repongamos son los que nos quedan".

Con la página web colapsada y sin stock disponible, la firma ya ha dado orden para redoblar la producción y reponer de cara a la próxima semana. Unas piezas que ya se están comenzando a fabricar y con vistas a comenzar a montarlas en los próximos días: "Son pendientes hechos a mano en taller de orfebre uno a uno, además no todas las piezas son iguales".
Un diseño original de Pepe Alba -fallecido en el año 2017- y reintepretado por su hija Luna, por lo que la reina ha podido lucir unos pendientes ideados por su desaparecido emprendedor pero cuya apariencia ha vuelto a protagonizar las estanterías de las tiendas que la firma posee en Zamora y Madrid donde físicamente ya tienen lista de espera para atender las demandas de clientes y clientas que han solicitado el producto.
Un incremento de ventas que, paralelamente, se han extendido también a otros productos de la firma por 'efecto contagio'. Y es que sólo en la web el tráfico ha aumentado un 900% en apenas día y medio. Un "no parar" que ha redoblado la atención al cliente de esta firma zamorana y con vistas a posibles nuevas apariciones, teniendo en cuenta la predilección de la reina por repetir prendas, joyas y accesorios.
"Lo bonito de ello es que los ha lucido por iniciativa propia". Letizia, siempre apostando por incluir en su vestuario prendas y joyas de origen nacional, ha conseguido con este gesto dar un pequeño gran apoyo a una marca local cuyo afán de expansión no les ha impedido mantener el espíritu inicial que marcó Pepe Alba y que sus descendientes continúan defendiendo a 'capa y espada'.
