Guillermo Esteban, o más conocido "Grilex", es un fenómeno musical del cristianismo en tiempos donde la "fe no está de moda". El rapero de moda del momento, que aterrizó este sábado en Zamora, lugar de gran importancia en la vida del artista de 28 años, ya que formó parte de su vida y la de su padre.
Se dice que el cristianismo y el rap no siempre van de la mano ¿Cómo conjugaste ambas realidades?
No entraba en mis planes, pero tuve una experiencia muy fuerte del amor de Dios, me di cuenta que al igual que el rap se puede utilizar para hacer daño, también sirve para hacer el bien. Para eso utilizo el rap, no solo para transmitir el evangelio sino también los valores, el amor, la fraternidad, el quererse a uno mismo. Cambiar el foco para en vez de generar odio, generar unidad y amor.
Te has convertido en un exponente musical de la cristiandad ¿Cómo llevas esta fama repentina?
Con normalidad, una de las cosas que tenemos claro es que sabemos de donde venimos, lo importante no es lo que se hace en el escenario sino cuando estas abajo de el. Cualquiera puede actuar y vender una mascara, lo importante es quien eres tú, cuando no hay prensa ni focos, eso es lo que me mantiene constantemente con los pies en el suelo.
¿De dónde proviene esa afición por el rap?
Todo empezó cuando era pequeño y encontré el rap, un genero con mucha cantidad de palabrotas. Un genero dentro de un ambiente cristiano que contrastaba, me creía como un malote. Me fui alimentando del rap. Comencé por hacer odio con el rap pero me di cuenta, que eso lo único te hace enseñarte más. Una situación que cambió cuando Dios se encontró conmigo, me tiro del caballo y yo sentí que me decía ¿qué haces con tu vida tío? y cambié, con respeto y con amor.
¿Qué buscas con tus letras y tus temas?
Yo lo que busco con el rap es transmitir lo que vivo por dentro. He podido hablar de depresión, de ruptura pero luego también busco a darle la vuelta a la tortilla, para emprender, ya que no es lo mismo en pasar por un momento de ruptura amorosa o ansiedad y quedarte en el dolor, y lo que busco transmitir es que Dios ama, que las persona no estamos solas y que es importante quererse y valorarse, y muchas veces prostituimos nuestra dignidad.
