Zamora se desangra y a pesar de las medidas que lanzan las distintas administraciones públicas, la despoblación se sigue cebando con la provincia.
Según los datos de población del Padrón Continuo por unidad poblacional correspondiente al año 2019, Zamora suma 6 núcleos sin habitantes: San Pelayo, despoblado del alfoz de Castrotorafe; Salto de Castro de Alcañices; Monte la Reina; Salto de Villalcampo; Gusandanos, un pueblo de Rosinos de la Requejada sin población desde 2016, y Otero de Sariegos, en plena Lagunas de Villafáfila, donde solo hay ruinas y una tumba desde que en noviembre de 2003 abandonara el pueblo su último morador.
A estas poblaciones "desérticas" hay que añadir La Tabla, perteneciente al municipio de Granja de Moreruela, con 1 vecino, y varias a puntos de desaparecer con apenas 3 vecinos: Letrillas, municipio de Espadañedo; Moncabril, población de Galende, y Villager.
Los registros dan fe de cómo se desangra Zamora, la provincia española con un mayor descenso porcentual en residentes en 2019 y también en lo que va de siglo, con 30.000 emigrantes. Y el futuro, no da margen para la esperanza: solo una de cada ocho personas tiene menos de 20 años y y el 30% tiene más de 65 años.
El INE lo deja claro en sus conclusiones: Zamora encabezará el descenso de población hasta 2033 sin que la banda ancha y la conectividad parezcan revertir la situación, al menos por el momento.
La resignación es la palabra que mejor define el sentir de una provincia en el epicentro de la España Vaciada con 173.000 habitantes, de los que 61.800 viven en la capital, según datos correspondientes a 2019.
Las inversiones en mejorar la conectividad y la revitalización del campamento militar de Monte la Reina han abierto una senda de esperanza en una provincia donde más de la mitad de los pueblos no llega al centenar de vecinos y donde la supervivencia de varios núcleos está amenazada, precisamente, por el "recorte" de población.
Fuentes; INE y El País
