Fuente Encalada, un pequeño municipio con alma grande, se ha convertido este verano en un ejemplo de creatividad, sostenibilidad y unión vecinal. Gracias a la iniciativa de la Asociación Raíces, las calles del pueblo lucen más vivas que nunca, engalanadas con cerca de 1.000 metros de banderines de tela y ganchillo, todos confeccionados a mano por sus propios habitantes.
Durante meses, vecinas y vecinos han dedicado tiempo, ilusión y muchas horas de aguja e hilo para crear estos banderines, reutilizando ropa, lanas y telas antiguas. La propuesta no solo apuesta por el reciclaje y la sostenibilidad, sino que también ha servido como excusa perfecta para reunir a generaciones, compartir momentos y reforzar los lazos comunitarios.
“Queríamos llenar de vida el pueblo y lo hemos conseguido con nuestras propias manos”, explican desde la Asociación Raíces. “Cada puntada ha unido más a Fuente Encalada”.

La decoración seguirá creciendo hasta el 1 de agosto, día en que comenzarán las fiestas patronales con el tradicional chupinazo a las 23:00 horas. La celebración continuará los días 1, 2, 3 y 9 de agosto, con actividades, música, tradición y, por supuesto, los visitantes podrán disfrutar del espectacular resultado de esta iniciativa colectiva.
Además, esta no será una acción puntual: el proyecto ha nacido con vocación de continuidad, y cada año se añadirán nuevos metros de banderines. Así, Fuente Encalada seguirá construyendo entre todos una historia común, llena de color, arte.

