La decisión de suprimir estas paradas ha generado una fuerte indignación en estas localidades del norte de la provincia de Zamora, quienes no descartan llevar a cabo manifestaciones e incluso cortar la carretera si no se les ofrecen soluciones inmediatas.
“Nos están dejando aún más aislados”, comentan con preocupación los vecinos de Mombuey, uno de los municipios afectados. La eliminación de las paradas de los autobuses de línea supone para estas poblaciones una nueva barrera en su ya difícil acceso a servicios y conexiones con otras regiones del país. "No paran los autobuses en el pueblo y eso nos deja incomunicados, sobre todo a los mayores que dependen de estos transportes", agregan.
La problemática no es nueva, pero se ha intensificado con la reciente supresión de rutas nacionales en pueblos pequeños, lo que agrava la sensación de abandono que sienten sus habitantes. Para muchos, la falta de transporte público se traduce en mayores dificultades para desplazarse a hospitales, centros educativos o para realizar trámites esenciales en ciudades como Madrid o Santiago de Compostela.
Los vecinos de estas localidades, que cuentan con un alto índice de envejecimiento y una población dispersa, denuncian que la decisión de recortar estas rutas solo contribuye a seguir vaciando el mundo rural. “Es una vergüenza que se siga apoyando la eliminación de estos servicios tan básicos. Nos sentimos abandonados por las instituciones”, declaran con frustración.
Desde las filas del Partido Socialista de Zamora, a quienes muchos vecinos señalan como responsables del abandono del mundo rural, las críticas no han tardado en llegar. Los afectados aseguran que los representantes políticos no están haciendo lo suficiente para negociar una solución real. “Dicen que están negociando, pero claramente no lo están haciendo bien. Nos están matando poco a poco al quitar las rutas nacionales. ¿Esa es la defensa por el mundo rural?”, cuestionan.
A pesar de las promesas de algunas instituciones locales de que se están buscando soluciones para aliviar estas medidas, los vecinos no ven avances claros. “El norte de la provincia queda sin conexiones de larga distancia, y mientras tanto, nosotros seguimos esperando una solución que no llega”, añaden.
Con la posibilidad de manifestarse en las próximas semanas, los vecinos no descartan tomar medidas más radicales, como el corte de la carretera, para hacer escuchar sus demandas. "No queremos llegar a eso, pero si no nos dejan otra opción, lucharemos por nuestros derechos. No podemos seguir siendo invisibles para las administraciones", advierten.
El descontento de estas localidades refleja una realidad común en muchas zonas rurales de España, donde la desconexión y el abandono institucional agravan la ya difícil situación de sus habitantes. Los vecinos de Mombuey, San Esteban del Molar y Cerecinos de Campos piden soluciones inmediatas y concretas para mantener sus comunicaciones activas, ya que, de lo contrario, temen que la despoblación y el aislamiento sigan creciendo en la región.
La protesta de estas localidades simboliza la lucha del mundo rural por mantenerse vivo frente a las políticas que, según los vecinos, solo les alejan de las oportunidades y los servicios esenciales.