Los vecinos de Arcillo volvieron a alzar la voz este sábado colocando una pancarta reivindicativa en la que exigían el arreglo del camino que conecta el pueblo con la ruta mirandesa, una demanda que llevan un año trasladando sin obtener respuesta efectiva.
La protesta coincide con el aniversario de la recogida de firmas que se presentó en el Ayuntamiento en 2024 y que, según recuerdan los vecinos, solo obtuvo como contestación que “se estudiaría la propuesta”.
Arcillo cuenta únicamente con dos accesos, la carretera comarcal que enlaza con la general y este camino, actualmente en mal estado. Los vecinos denuncian que, en la práctica, el camino solo es transitable con vehículos altos y con mucha precaución, lo que limita la seguridad y la movilidad del pueblo.
La preocupación se agrava tras los incendios ocurridos este verano en Malillos, uno de ellos esta misma semana. Los habitantes advierten que, si el fuego llega por la carretera, el pueblo quedaría sin salida, dado que el camino alternativo no está habilitado. A esta situación se suma la falta de mantenimiento de las bocas de riego, que aseguran están taponadas e inutilizadas.
Los vecinos también recuerdan que hace dos meses, en Pereruela, trasladaron directamente la situación al presidente de la Junta y al de la Diputación. Según aseguran, la respuesta fue que bastaba con solicitar los permisos para que se pudiera intervenir, algo que a la vista de la falta de avances no se habría hecho.
La pancarta colocada ayer desapareció durante la noche, coincidiendo con la celebración de una fiesta en la que, según denuncian, participaron miembros de la concejalía municipal. Los vecinos señalan que "fue arrancada y que las cuerdas aparecieron quemadas".
Arcillo insiste en que su petición es clara y urgente, solicitar los permisos necesarios para que se arregle el camino y garantizar así la seguridad y el acceso al pueblo.
