Este martes sería el día grande, el de las fiestas de Puebla de Sanabria, el de las Victorias, pero este año las no fiestas y el miedo al contagio son la tónica dominante en un mes de septiembre que esta´siendo aciago para la comarca de Sanabria y en general para la provincia de Zamora.
Como si de una maldición se tratara las desgracias se ceban en la provincia y en Sanabria en mayor medida. La Residencia del Puente ha dado un gran disgusto a la comarca que hoy ya cuenta con más de 150 positivos entre residentes y trabajadores además de familiares de estos, tras las PCR que se siguen practicando a diario, el goteo es incesante.
Hoy sería día de celebrar y así será con misas por toda la comarca pero con aforos reducidos o incluso con rezos desde casa puesto que la cosa no pinta nada bien y Sanabria sufre los avatares de un verano, "loco" y de locos, tras "padecer" visitas que más allá de traer riqueza a la comarca han traído y acercado una pandemia que no se había notado apenas ni en marzo ni en abril, meses de pico de contagios en toda España.
Lo que tenía que hacerse, no se hizo y de aquellos barros estos lodos, Sanabria se plaga de positivos y las fiestas de las Victorias ya no serán nunca lo mismo. Raro es que localidades como Aranda de Duero, o Cantalejo, o Iscar hayan sido confinadas y sus autoridades hayan tomado la disyuntiva del rojo en el calendario al menos durante 14 días. 14 días de salvación que han sido en los casos de las ciudades en rojo verdaderos fortines ante el COVID-19.
El espíritu de lucha de los sanabreses es grande, está en las cabezas y corazones de todos, en ello piensan, en el auto-confinamiento aunque las autoridades no tengan el arrojo necesario, lo mejor es lo que hacen muchos amigos y vecinos de la alta Sanabria y de los pueblos de la comarca, no salir, quedarse en casa, sin contactos más que lo necesarios, como hicieron durante el confinamiento, por ellos y por sus mayores, todo un ejemplo a seguir de valentía y fuerza.
Entre tanto las altas esferas lucen palmito, no toman decisiones valientes y todo lo asumen, lo callan y lo solucionan echando balones fuera y dejando que el contagio se cebe en la zona, ¿ todo el protocolo está cumplido y se cumplen los parámetros? Que se lo cuenten a los ancianos que están solos en la residencia pasando un aislamiento sin profesionales de la sanidad, sin asistencia 24 horas, sin titulados que cumplan esos estándares de los que presumen las grandes empresas de la geriatría. Muchas de las cosas que antes si tenían, dignidad, era la más importante y hasta eso han perdido, voz solo de parte de la indignación de los familiares que se ven con las manos atadas ante tanto inutil sentado en poltrona o adinerado de postín "intocable". Y sobre todo algo falta que son los cuidados, cuidados, como se debe tener a los que nos parieron, nos aconsejaron y han sido y son nuestros abuelos, padres, madres o tíos, esos cuidados están desde hace días en entredicho.
Hoy rezaremos por la patrona de Zamora, la Virgen de la Concha, por la de Sanabria, por la Virgen de los Remedios, por la del Rosario, por las Victorias, para que cuiden de los que siempre lo hicieron por nosotros y esperemos que duerman siendo asintomáticos, que al menos eso pueda pedirse.
Y que conste que el titular es como se cuenta y diece en la zona, Vitorias se llaman, y así como sanabrés lo escribo.