COAG – Zamora pide a la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, al Secretario de Estado de Medio Ambiente y al propio Comité Científico que den una explicación a los afectados y al resto del sector ganadero que justifique la necesidad de la presencia y asentamiento del lobo en el alfoz de Toro dada su importancia como "patrimonio cultural, científico, así como de servicio medioambiental", argumentos que amparan la reciente decisión por la que se le considera especie de protección especial también al Norte del Duero.
Un nuevo ataque de lobos en la madrugada del pasado jueves provoca la baja de al menos 59 ovejas, y al menos ya 5 abortos, en una explotación ganadera en la localidad zamorana de Villalonso situada al Norte del Duero, de la que dependen varias familias asentadas en la zona.
Solicitamos que la Administración proceda de inmediato al control de estas poblaciones de lobo asentada en la zona, concretamente en los márgenes del río Bajoz y del monte Las Perdidas, porque mucho nos tememos que tras la decisión de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y con el diseño de la nueva estrategia de gestión, conservación y restauración de poblaciones del lobo, ni para casos como los acontecidos en Villalonso se permitirán dichos controles poblacionales, y prevalecerá la conservación y proliferación del lobo al desarrollo de la actividad ganadera.
Decisiones como la recientemente tomada por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Diversidad, tendentes a la mayor protección del lobo, a su asentamiento en zonas donde no se contaba con su presencia, o es testimonial, va en detrimento del desarrollo de la actividad ganadera en su conjunto, y no solamente de la extensiva, como se demuestra en este caso, y con ello el desánimo, el abandono de la actividad y la despoblación en nuestro medio rural.
Por otra parte, COAG solicita a los grupos ecologistas, que parecen tan conocedores de las prácticas, costumbres y forma de proceder del lobo, que editen un "manual de actuación y manejo de las explotaciones" y lo pongan a disposición de todo el sector, tal que le garantice al ganadero como evitar más daños por ataques de lobo, además les aconseje como evitar el sufrimiento, agonía y estrés de los animales muertos o agonizantes por las mordidas. Porque se demuestra que aún siguiendo algunas de sus recomendaciones hechas públicas recientemente, como es la necesaria estabulación o recogida nocturna de los animales, como es el caso, incluso en una finca vallada, no han conseguido evitarlo.