Recortes en vigilancia forestal, Zamora perderá 8 torretas y 22 vigilantes

“La Culebra no se calla” exige a la Junta de Castilla y León la implementación de un sistema híbrido que combine tecnología avanzada con la presencia de vigilantes forestales
Incendio Sierra de la Culebra
photo_camera Incendio Sierra de la Culebra

La asociación “La Culebra no se calla” ha alzado la voz para denunciar los drásticos recortes en la vigilancia forestal anunciados por la Junta de Castilla y León. En Zamora, de las 18 torretas actuales, se eliminarán 8, lo que dejará a la provincia con tan solo 10 torretas y reducirá el número de vigilantes forestales de 42 a 20. A nivel Castilla y León, el impacto es aún mayor: de 166 torretas y 384 vigilantes, quedarán únicamente 99 torretas y 198 vigilantes.

La decisión de reemplazar torretas y personales por cámaras de videovigilancia ha generado preocupación entre colectivos sociales y expertos. Según “La Culebra no se calla”, aunque la tecnología puede ser una herramienta complementaria, no sustituye la experiencia y conocimiento que aportan los vigilantes forestales. La asociación denuncia varios riesgos de este cambio:

Pérdida del factor humano: Los vigilantes forestales son esenciales para identificar incendios con precisión y actuar de manera inmediata, algo que las cámaras no pueden garantizar.

Dependencia tecnológica: Problemas técnicos, sabotajes o condiciones adversas como niebla o humo denso podrían dejar grandes áreas sin vigilancia efectiva.

Impacto en el empleo rural: La reducción de puestos de trabajo afectará gravemente a las comunidades rurales, donde los vigilantes forestales son una fuente importante de empleo.

Falsas alarmas: Las cámaras podrían generar confusiones al no distinguir entre incendios reales y otros fenómenos como el humo de maquinaria agrícola, provocando movilizaciones innecesarias y un uso ineficiente de los recursos.

“La Culebra no se calla” exige a la Junta de Castilla y León la implementación de un sistema híbrido que combine tecnología avanzada con la presencia de vigilantes forestales. Este enfoque garantizaría una vigilancia más efectiva, preservaría los empleos rurales y fortalecería la protección del patrimonio natural de la provincia.

La asociación insiste en que esta medida no solo impactará la conservación del medio ambiente, sino también el tejido social y económico de las zonas rurales. Hacen un llamado a la ciudadanía ya las instituciones para que actúen con urgencia y eviten que estos recortes comprometan la seguridad y sostenibilidad de los montes de Castilla y León.

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