
Las quejas son varias, la pediatra de Zamora Sur se ve desbordada por la cantidad de casos de niños y niñas con enfermedades de temporada y deriva según varios padres que se quejan de la situación, de derivar a los pequeños al médico de cabecera.
El problema es el de siempre, el mundo rural y la atención primaria en este caso la de los más pequeños que han de venir a Zamora para ser atendidos por los pediatras que encuadran en sus centros de salud a las personas que con sus hijos hacen el trayecto de pueblos como San Marcial, el Perdigón o Tardobispo para que sus hijos sean atendidos.
Ya no es problema de que haya o no pediatras confiesan los padres, sino de que ahora que los hay no atiendan a nuestros hijos y tengamos que buscarnos la atención primaria en el médico de cabecera habiendo un especialista para nuestros hijos. Tener que buscar al médico de cabecera por los pueblos que recorre es otro problema añadido.
La reivindicación ha tomado color de protesta y también de escritos al negociado de atención al paciente donde se anotan las deficiencias que otra vez recaen en la provincia de Zamora a menos de 10 kilómetros de la capital, un hándicap no solo de la Sanidad Pública, sino de un sistema que sigue careciendo de instrumentos eficaces y rápidos para corregir problemas, que pueden solucionarse sin demasiada burocracia, ni ruido, sino con sentido común.