
Iberdrola se reunió durante este lunes con los alcaldes de los municipios afectados por el desembalse de Ricobayo. Una situación que ha creado sequía y problemática económica en toda la región zamorana, ya que se produjo en época estival, meses en los que el embalse recogía veraneantes.
A través de un escrito, Iberdrola ha querido recalcar su postura frente a la problemática ocasionada en el embalse de Ricobayo:
Ricobayo no se ha vaciado, sino que está cumpliendo con su función en el momento más necesario: producir energía para el suministro de la demanda y desplazar -junto a otras fuentes de generación eléctrica competitivas- a las tecnologías más caras en la conformación del precio de la electricidad.
Todos los embalses, y en especial los de regulación como es el caso del embalse de Ricobayo, son importantes reservas de energía, que se encuentran a disposición del sistema eléctrico.
Como sucede en Europa y en España, a traves del mercado, se utilizan cuando más aportan al sistema y más se necesitan, bien porque no hay disposición suficiente de otras fuentes de generación o porque sustituyen a otras más caras. Y siempre atendiendo a su carácter limitado.
Ricobayo forma parte de los denominados embalses de regulación anual que, en un año típico, se llena con las lluvias para posteriormente generar energía en la época seca, siempre que se demande y cuando es más útil para el sistema.
Ningún otro de los embalses del eje del Duero tiene capacidad de regulación. Los porcentajes en ocasiones no muestran la realidad: Ricobayo, con el nivel actual, tiene más volumen de agua embalsada que Aldedávila y supera lo almacenado por los otros dos embalses zamoranos del Duero juntos, Villalcampo y Castro.
La explotación de los embalses, conforme a las necesidades del sistema, se realiza siempre en contacto y coordinación con las autoridades competentes.
La Confederación Hidrográfica registra de todos los embalses información en tiempo real de diferentes parámetros operativos. Algunos relacionados con calidad del agua y otros con las variables de operación, entre ellas el nivel de embalse.
La gestión de Ricobayo, y esto es importante, está atendiendo también a la única concesión de abastecimiento de la que hemos sido informados, como es el caso de Muelas del Pan, con cuyo alcalde estamos en permanente contacto y coordinación.
Somos conscientes del contexto pero la explotación se está realizando dentro de los rangos establecidos y con normalidad. En muchas ocasiones se han registrado cotas similares e incluso inferiores en Ricobayo; hasta en ocho en los últimos 25 años.
El embalse de Ricobayo requiere de menos de 900 millones de metros cúbicos de agua para volver a su nivel máximo y, siendo la aportación media del río Esla de casi 3.600 millones de metros cúbicos de agua al año, es probable que el embalse recupere niveles altos en cuanto comiencen las lluvias. Así ha sido siempre en los últimos 50 años.
La explotación de los embalses se realiza siguiendo todos los condicionantes medioambientales establecidos. La monitorización de los parámetros de calidad de agua es permanente en todas las épocas del año y, aun así, en los últimos meses se han reforzado los controles de calidad. No ha sido necesaria ninguna medida extraordinaria al no haberse detectado ningún parámetro que presente valores fuera de lo habitual.