Los ataques de lobos y buitres a los rebaños de la provincia están llevando al límite a los ganaderos, quienes se ven impotentes ante las continuas bajas de sus animales. Así lo ha denunciado la Alianza UPA-COAG, que reclama soluciones inmediatas a la Consejería de Medio Ambiente, señalando la urgencia de implementar medidas de control sobre las especies salvajes que están causando estragos en el sector ganadero.
La organización ha puesto el foco en la comarca de Sayago, donde los ataques de lobos se han convertido en un problema diario. "No hay día que no tengamos noticias de nuevos ataques", señalan desde UPA-COAG. La situación es crítica, y pese a las indemnizaciones que otorga la Administración Regional, los ganaderos se sienten desamparados, ya que no perciben acciones efectivas para frenar las pérdidas.
UPA-COAG insiste en que es necesario el control poblacional de los lobos, argumentando que los ataques reiterados justifican plenamente esta medida. “No podemos limitarnos a formalizar partes de siniestro; necesitamos una intervención proactiva que reduzca las bajas en nuestros rebaños", afirman desde la organización.
Pero los lobos no son el único problema. Los buitres, tradicionalmente carroñeros, han comenzado a atacar animales vivos, especialmente en situaciones vulnerables como los partos en campo. Madres y crías se han convertido en el blanco de estas aves, cuyas embestidas dejan a los ganaderos con pérdidas económicas y la necesidad de tratamientos veterinarios costosos. "En muchos casos, los animales no sobreviven, y si lo hacen, es a un precio muy alto", advierten desde UPA-COAG.
El motivo de estos ataques, según la organización, es la falta de alimentos para los buitres. La normativa actual sobre la gestión de cadáveres en las explotaciones ganaderas ha reducido la disponibilidad de alimento para estas aves necrófagas, lo que ha llevado a un comportamiento más agresivo. Ante esta realidad, UPA-COAG pide a la Consejería de Medio Ambiente que habilite puntos de alimentación controlada en zonas remotas, evitando así nuevos ataques y los riesgos sanitarios y medioambientales.
Además, la organización exige que se establezca una línea de ayudas para compensar a los ganaderos afectados, tal y como ya se ha hecho en otras Comunidades Autónomas. "La falta de sensibilidad por parte de algunos técnicos de Medio Ambiente es alarmante", denuncian, señalando que en muchos casos ni siquiera se levantan actas de los daños causados por los buitres, al no ser estos indemnizables.
Desde UPA-COAG subrayan la necesidad de actuar con rapidez y firmeza. "La ganadería extensiva, tan importante en nuestras comarcas, está en peligro. Exigimos medidas justas y eficaces para proteger nuestro medio de vida frente a la proliferación de la fauna salvaje", concluyen.