La Culebra no se calla, sigue chillando dos años después de ver cómo la negligencia de los que no ven más allá de su sillón mantiene la idiotez del ser humano.
Sesenta mil campos de fútbol atrasados por el fuego, cuatro vidas y otras tantas familias destrozadas por la falta de previsión y prevención, por la falta de todo lo que advertían y advierten los que más saben de esto, los vecinos de las localidades afectadas por un fuego previsible y terrorífico.
Lo hicimos en vivo y en directo, pedimos no helicópteros ni brigadas sino aviones y equipos de la UME y de donde fueran, ya se había quemado mucho de la sierra de La Culebra, pero la amenaza era más que una amenaza, era una realidad.
Se coordinó mal, se previno mal, también posteriormente se votó mal y las cosas siguen parecidas en una zona que solo parece importar por los cotos de los señoritos que siguen existiendo. España entera se apenaba mientras tanto del horrible panorama que dejaba el terrible fuego que corría por la zona más verde y bonita de la provincia de Zamora en el fuego más grande de la historia destrozaba pastos, castaños, y bosques de riqueza inigualable.
La necedad humana es manifiesta y aunque hubo cuatro mártires parece que no escarmentamos.
España y la JCYL tienen que dar una explicación del porqué y no valen milongas, nadie dimitió nadie fue culpable cuando todos sabemos que el incendio lo provocó lo de siempre, la desidia y la idiotez de gente que no podrá dejar llegados a sus hijos o nietos, porque el legado patrimonial es una cosa, pero el natural es vida y es futuro.
24 meses después, lo importante es no volver a cometer el mismo error, pero también es importante que paguen los que no lo hicieron bien y siguen ocupando sillones ya sea en las Cortes o en los despachos.
