El incendio que ha arrasado parte de la Sierra de la Culebra plantea ahora otro problema para la provincia. Los animales salvajes que habitaban en el entorno de la reserva se han desplazado a zonas de regadío y están esquilmando las cosechas. Ciervos y jabalís se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los agricultores de municipios del Valle del Tera, Moreruela y Santa Eulalia de Tábara, entre otros.
Ante esta situación, los veterinarios de Zamora se han posicionado y defienden la caza en los cotos cercanos a la Sierra de la Culebra, siempre de forma controlada. Lo recalca el responsable de la Unidad Veterinaria de Tábara, Juan Manuel Rodríguez Huidrobo: "El exceso de cérvidos y jabalíes hace necesario un control poblacional". Y no solo lo defienden los veterinarios, también los agentes medioambientales o los guardias forestales que se hacen eco de la "desesperación" de los agricultores.
"Cuando en julio el rebaño de ovejas procedentes de Tábara cruzó Puente Quintos, los tres pastores que guiaban los animales divisaron hasta 200 ciervos", subraya Rodríguez. Por eso, los veterinarios estiman que la caza es una buena herramienta para un control de la fauna adecuado.
De lo contrario, los animales sufrirán importantes riesgos. El primero, que el hacinamiento de ciervos y jabalíes en pocas hectáreas provocará un conflicto entre ellos, y el segundo, que aumentan las posibilidades de enfermedades como la sarna, la brucelosis o la tuberculosis, que podrían contagiar a los humanos.
"La caza no se va a hacer de manera indiscriminada", recalca el responsable de la Unidad Veterinaria de Tábara. Los datos lo corroboran. En la provincia hay 700 cotos o asociaciones de cazadores y la autorización de la Junta solo se extiende a 94. Eso sí, ante los niveles nunca vistos de cérvidos en algunas comarcas de la provincia, se modifican cupos y no habrá límite para cazar hembras.
