Los siete primeros meses de 2023 son los peores en cuanto a fallecimientos por ahogamiento no intencional en los espacios acuáticos españoles desde 2018, según los datos recopilados por el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Entre el 1 de enero y el 31 de julio de este año han perdido la vida en los espacios acuáticos de nuestro país 249 personas, de las que 79 murieron el pasado mes.
Pese a que en relación a julio de 2022 la cifra de fallecimientos se ha reducido en tres, en el conjunto de lo que va de año, en comparación con el mismo período del anterior, se ha producido un incremento del 12,66 por ciento, al haber 28 víctimas mortales más que entre el 1 de enero y el 31 de julio de 2022.
Para la presidenta de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, Isabel García Sanz, el hecho de que 2023 sea hasta el momento el año más luctuoso en el último lustro y el tercero en la serie histórica registrada en el INA, que recoge datos desde 2015, después de 2017, cuando hubo 306 muertes, y 2016, con 266, pone de manifiesto “la perentoria necesidad de que las instituciones públicas, y en este caso el Gobierno de España, aborden la puesta en marcha de una Estrategia Estatal de Seguridad Acuática que acabe con las disfunciones, cuando no el caos entre Administraciones, en la gestión de una realidad que no es otra que la de proteger la vida de las personas en el medio acuático”.
“En estos días estamos volviendo a vivir situaciones, como en temporadas anteriores, lo que desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo venimos denunciando desde hace años, tan surrealistas como que se tenga que poner la bandera roja en una playa porque no hay socorristas o que los ayuntamientos no encuentren personal para prestar los servicios porque las Comunidades Autónomas han dictado normativas imposibles de cumplir”, ha subrayado Isabel García.
La presidenta de Salvamento y Socorrismo ha añadido que esta situación se produce “como consecuencia de las que son en muchos casos dispares, ineficaces y alejadas de la realidad regulaciones autonómicas sobre la protección de la vida de las personas en nuestros espacios acuáticos”.
Durante julio, el Sistema Integrado de Gestión de Datos de Incidencias en el Medio Acuático (SIFA), que soporta los datos del INA, ha detectado que 28 de las 79 muertes, más del 35 por ciento, se produjeron en cuatro de los 31 días del mes y que 17 de estas personas fallecieron en un único fin de semana, el del sábado 8 y domingo 9. La otra sucesión de jornadas fatales fueron el martes 25 y el miércoles 26, con 11 fallecimientos.