Los presagios se han confirmado. Tal y como predecían los expertos, el incremento de casos en la capital nipona ha obligado al COI y al Gobierno a optar por medidas más restrictivas que pasan por no permitir el acceso de público a la celebración de ninguna de las competiciones deportivas de los Juegos Olímpicos.
Los organizadores han optado así por mantener las gradas vacías dando marcha atrás a la medida anunciada hace dos semanas de contar con reducciones de aforo hasta 5.000 personas y negar el acceso de público procedente del extranjero.
Las ministra nipona a cargo de los Juegos, Tamayo Marukawa, ha anunciado esta restricción sin precedentes en una cita olímpica. La decisión de vetar la presencia de espectadores en Tokio se ha tomado poco después de que el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, anunciara un nuevo estado de emergencia sanitaria por coronavirus en la capital, que coincidirá con la celebración de los Juegos.
El gran evento comenzará el 23 de julio y se prolongará hasta el 8 de agosto tras un año de aplazamiento por la pandemia.