El Gobierno luso ha anunciado que alarga por cuatro días más, hasta el 14 de enero el teletrabajo obligatorio y el cierre del ocio nocturno ante la previsión de que el número de casos detectados en el país vaya en aumento y como medida para tratar de frenar el avance de ómicron tras unas Navidades de relativa calma y sin apenas restricciones para los ciudadanos lusos que han podido viajar y reunirse con normalidad.
Sin embargo, desde el pasado 1 de enero el país entraba en confinamiento, una situación a la que preveían poner fin este próximo lunes 10 de enero, fecha en la que los escolares sí regresarán a las aulas, no así los trabajadores que tendrán que seguir realizando sus tareas desde casa, mientras que el ocio nocturno.
Unas restricciones que continuarán más allá del próximo viernes, 14, ya que el Gobierno luso ha anunciado su intención de continuar con los límites de aforo en los comercios y la exigencia de poseer un test negativo para poder acceder por vía aérea en el país, así como en restaurantes y hoteles o para poder acceder a residencias y hospitales. En el caso de gimnasios, eventos y espectáculos culturales como cines seguirá siendo necesario presentar el certificado digital.
Las restricciones se prolongan también en la frontera hasta el próximo 9 de febrero, tanto por aire como por tierra si bien los controles terrestres continuarán sin ser fijos.
El primer ministro, António Costa, ha explicado que el país se enfrentará en las próximas semanas a un "crecimiento significativo" de los contagios de coronavirus hasta cifras récord, por lo que insiste en que se trata de medida para actuar con "cautela" ante el avance del virus y pese a que por el momento la situación no es preocupante en cuanto a la ocupación de pacientes Covid en los hospitales. Todo ello en un momento en el que el número de contagios diario continúa marcando máximos, hoy con 39.074 nuevos casos, muy cerca del máximo de toda la pandemia registrado este mismo miércoles.