El phishing es una técnica utilizada por hackers para obtener información personal y venderla, a menudo en la dark web. Un nuevo fraude implica dañar el coche de la víctima y dejar una nota con un número de teléfono. Al llamar, la víctima cree que una compañía de seguros se encargará de los gastos.
La estafa continúa cuando la víctima recibe un enlace para una videollamada con la supuesta aseguradora. Al hacer clic, los estafadores acceden al teléfono de la víctima, viendo todo lo que hace, incluyendo el acceso a su banco, lo que les permite robar su dinero y datos.
Para evitar estas estafas, no se debe hacer clic en enlaces sospechosos y siempre se debe contactar directamente a la compañía de seguros.
