La costumbre de la siesta en España ha arraigado profundamente en la rutina diaria de la mayoría de la población, generando un debate constante sobre su impacto en nuestra salud. Un experto cardiólogo destaca que, si bien un breve descanso después del almuerzo es necesario, los patrones de sueño pueden influir significativamente en la salud cardiovascular.
Las siestas excesivamente prolongadas, empleadas como solución a la falta de sueño, son consideradas perjudiciales para la salud. Por tanto, la recomendación primordial se centra en mejorar la calidad del sueño nocturno para reducir la necesidad de una siesta prolongada y permitir que esta sea más breve.
Estudios revelan la creciente relevancia de este hábito en la salud del corazón, evidenciando que un sueño excesivo puede perturbar el ritmo cardíaco normal y acortar el descanso nocturno, factores asociados con un mayor riesgo cardiovascular y mortalidad. Optar por siestas cortas y mantener un sueño de seis a ocho horas durante la noche puede impactar positivamente en la salud, disminuyendo el riesgo de padecer fibrilación auricular.
Es importante señalar que la siesta prolongada no es el único factor perjudicial para la fibrilación auricular; el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, el tabaquismo y otros factores también inciden negativamente en esta condición.