La devastación por el paso del fuego en un contexto creciente de sequía, falta de lluvia y calor creciente ha provocado que en España se hayan casi multiplicado por cinco el número de grandes incendios forestales. Los datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica cifra en 15 los incendios acaecidos entre los meses de enero y junio de 2023 frente a los cuatro de media del mismo periodo en los últimos diez años.
Y es si bien entre esas fechas ardieron un total de 58.810,36 hectáreas, lo que representa un 16% menos que en el mismo periodo de 2022, los datos son preocupantes y suponen casi el doble del total de superficie afectada en los seis primeros meses de 2013 cuando se calcinaron 29.769 hectáreas. Más del 64% era matorral o monte abierto mientras que el 28% de la superficie afectada eran zonas arboladas.
Especialmente afectadas han sido las zonas del noroeste del país entre Galicia, Asturias, Cantabria y las provincias de Zamora y León que han concentrado el 47,8% del total de siniestros en lo que va de año, seguido por las comunidades interiores (30%), la zona del Mediterráneo (21,6%) y Canarias (0,47%).
Unos datos que contrastan con la mejoría en cuanto al número de conatos e incendios de menores dimensiones que han alcanzado los 2.966 conatos (menos de una hectárea) y 1.689, respectivamente.
Además y según los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), la superficie que ha ardido en España en lo que llevamos de año supone el 55% del total afectado en la Unión Europea liderando así el ranking muy por delante de Francia (con 21.273 ha), Rumanía (19.909 ha) y Portugal (7.061 ha).