Las estanterías de los supermercados y fruterías de buena parte del país extrañan la presencia de algunas de las frutas de temporada más demandadas en esta época del año como son la sandía y el melón. La extrema sequía, las altas temperaturas sumadas a las tormentas de granizo que han dañado buen parte de las cosechas se encuentra detrás de esta ausencia tan notable.
Ello ha redundado en una peor calidad del producto que, a su vez, se encuentra con precios disparados, una nota común que destacan tanto productores como comerciantes. El melón ha pasado así de rozar los 3 euros el kilo a 4,5 mientras que la sandía también ronda los 3,5 euros.
"Debido a la climatología adversa sufrida en las zonas productoras de sandía y melón, actualmente no disponemos para ofrecer el producto con normalidad. Por ello, puede haber faltas de servicio en algunas de nuestras tiendas, lamentamos las molestias", es la respuesta de una de las grandes cadenas de alimentación como es Mercadona.
En todo caso esta escasez no será permanente ni se prolongará durante toda la campaña, ya que las estimaciones pasan porque la presencia de este producto se normalice a partir del 10 de agosto.
Desde ASAJA culpan también a la drástica disminución de la superficie cultivable de estas dos frutas y que se suma a la "menor disponibilidad de recursos hídricos y al alargamiento de los ciclos de invernadero".