La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ha alertado del considerable aumento de niños y adolescentes que padecen trastornos de la conducta alimentaria, sobre todo a raíz del confinamiento y de la pandemia.
Entre los desencadenantes se pueden encontrar comentarios negativos sobre el físico o cambios vitales importantes; separación de los padres, situaciones de acoso, pubertad. También las redes sociales pueden resultar un factor determinante porque en internet los usuarios muestran una vida idílica, unos cuerpos perfectos, unas imágenes insuperables que nada tienen que ver con la realidad.
“Los padres tienen que hablar con sus hijos acerca de los contenidos en redes, de los riesgos que suponen y limitar el tiempo de exposición a las mismas, fomentando las relaciones interpersonales directas", han explicado.
Para ello, es fundamental la labor de los pediatras de Atención Primaria porque es necesaria una identificación precoz de un Trastorno de la Conducta Alimentaria. Deben detectar los primeros signos de alarma, sin embargo, también es necesaria la ayuda de un profesional de la salud mental para llevar a cabo un tratamiento específico.
