El afán de protagonismo o de quedar encima puede ser la causa puesto que la humana ya ha perdido todo sentido, y el tenista serbio jamás podrá ser adalid y abanderado de ninguna causa mundial solidaria. El "vuelta la burra al trigo" esperemos no se de y el tenista tome la determinación lógica y coja sus raquetas y o cumpla con la legislación vigente en Australia o disfrute del sol de donde quiera ir a liarla de nuevo.
Dar ejemplo para que los mitos no se caigan y más en una pandemia como la que tenemos desde hace dos años debía ser bandera para todos los deportistas que caen han caído y caerán en el contagio. Los más pequeños son ahora los que pueden contraer una enfermedad sobre la que se ha escrito más que nunca y sobre la que aunque seguimos en pañales de como evolucionará lo que está claro es que si no fuera por ella miles de personas o millones habrían muerto.
Son más de 3,5 millones los fallecidos a cuenta de la pandemia pero al serbio parece no importarle lo más mínimo. El ministro de Inmigración de Australia Alex Hawke ha hecho gala de su poder personal para cancelar el visado de Novak Djokovic por segunda vez. "Se ha cancelado por motivos de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo", asegura el ministro. El Open de Australia para el tenista serbio debería finalizar aquí, no puede ser que un deportista tan laureado y con "se supone" una carta de caballero como la que profesan los tenistas, y ya sea el número 1 o el 28 quiera mandar más sobre un estado o unas normas establecidas.
La caída del mito será tarde o temprano lo que le de a un gran tenista la puntilla, más allá de egos personales o de idas y venidas a España para disfrutar de su casa aquí de nuestro sol y de las fiestas en Marbella.
Grandes mitos cayeron por echar pulsos, unos a las drogas como Maradona, otros a los dineros públicos y a los "trapicheos" como el Emérito protagonista de aquel pero...."porque no te callas". Pues bien que ahora calle y se marche porque las normas están para cumplirlas, y las locuras y los riesgos solo quedan en la historia para los locos o los que han perdido la cabeza estilo Miguel Bosé. Negación cero ante una pandemia como la que asola el mundo, vacunación salvadora de millones de vidas, eso es lo que hay que ver y dejarse de elucubrar con conspiraciones aunque todos sabemos que el virus salió de un laboratorio, claro está que de los canguros de Australia no.
A los que bailan en la puerta del hotel del serbio alzando banderas, les tenían que haber pillado en China en plena pandemia, allí bailar como que no se les daba no.