Dos días después de que Inglaterra haya perdido a su reina durante más de siete décadas, el país asiste a un nuevo hecho histórico: la proclamación de su hijo Carlos como nuevo rey a sus 73 años de edad. Toda una vida de formación y espera que hoy toca a su fin y que trae consigo una nueva era en el trono británico tras el mandato de una reina que no nació destinada a serlo pero que se ganó el cariño y respeto de todos por su dedicación y absoluta entrega al país.
Con Isabel II muere el último resquicio de la monarquía del siglo XX y da paso a su hijo -ahora en adelante Carlos III- y a Camila como reina consorte. La proclamación se produce al tiempo apenas 10 días después de cumplirse el 25 aniversario de la muerte de la princesa Diana, primera mujer del eterno heredero al trono y que hoy ha pronunciado su primer discurso como monarca.
El acto se ha celebrado en el palacio de Saint James, en Londres. Carlos III ha pronunciado sus primeras palabras como rey a un pueblo sumido en el luto cuando aún no se han cumplido 48 horas del fallecimiento oficial de su madre, todo un símbolo de una mujer que vivió desde la posguerra y que llegó a vivir el Brexit por el que el país dejó de formar parte de la Unión Europea.
Carlos III ha asegurado en el acto oficial -entre algunas de las principales figuras y exfiguras políticas como Tony Blair o la primera ministra del país, Liz Truss, y también sociales del país- que servirá al pueblo "con lealtad, amor y respeto" al tiempo que ha prometido rendir tributo y honrar la memoria de la Corona y, en concreto, de su madre.
El monarca ya ha dispuesto que la familia real respete un duelo que se prolongará siete días después del funeral de Estado de Isabel II, que se calcula que será el 19 de septiembre, si bien habrá que esperar al día de hoy, sábado, cuando se espera que las autoridades confirmen la fecha en la que el pueblo británico dará su último adiós a la que para muchos ha sido su única reina durante toda su vida.
