Un grave incidente ocurrido el pasado sábado 19 de octubre entre las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín ha dejado a más de 15.000 pasajeros varados. Un tren descarriló en este tramo clave, lo que llevó a la cancelación de 32 trayectos y numerosos retrasos, afectando tanto a la operadora pública Renfe como a las privadas Ouigo e Iryo.
Renfe informó que 22 de sus trenes fueron suprimidos, junto con seis de Ouigo y cuatro de Iryo. Los viajeros afectados por estas interrupciones, según FACUA-Consumidores en Acción, tienen derecho a varias compensaciones, incluyendo la devolución total del billete o un porcentaje de su coste, dependiendo del retraso o cancelación sufrida. Además, pueden reclamar daños adicionales como noches de alojamiento si se vieron obligados a perder conexiones o comprar otros billetes debido al descarrilamiento.
Según el Reglamento Europeo 2021/782, todos los pasajeros afectados por retrasos de más de 60 minutos tienen derecho a la devolución íntegra del billete, la continuación de su viaje lo antes posible o la búsqueda de alternativas. Si las empresas no proporcionan una solución dentro de los 100 minutos siguientes a la hora prevista de salida, los usuarios pueden optar por medios alternativos de transporte y exigir el reembolso de los gastos ocasionados.
En cuanto a las indemnizaciones, los usuarios pueden recibir el 25% del precio del billete si el retraso es de entre 60 y 119 minutos, y el 50% si el retraso supera las dos horas. Estas compensaciones no excluyen la posibilidad de reclamar por otros perjuicios, como alojamiento o transporte adicional.
Renfe, Ouigo e Iryo también ofrecen compromisos específicos en caso de retrasos. Renfe, por ejemplo, devuelve el 50% del billete por retrasos superiores a 60 minutos y el 100% si supera los 90 minutos. Ouigo sigue este mismo esquema, pero también ofrece un 50% en bonos por retrasos superiores a 30 minutos. Por su parte, Iryo contempla posibles indemnizaciones más favorables bajo su discreción.
