El cono del volcán de La Palma se ha roto parcialmente por su parte suroeste al no poder resistir más el pico de energía sísmica del viernes por la tarde, lo que ha dejado tras de si "una colada enorme" en dirección hacia el mar.
El Instituto Geológico y Minero de España ha podido constatar esta ruptura parcial gracias a las imágenes proporcionadas por los drones con las que pueden seguir la evolución del volcán de cerca. En todo caso, el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) insiste en que se trata de un fenómeno normal y consecuente pero que no trae consigo una mayor peligrosidad.
La ruptura parcial se produce poco después de que se confirmara un nuevo foco de erupción, que se suma a otros dos nuevas bocas del volcán, lo que ha contribuido todo ello a debilitar aún más la estructura del cono que ha terminado por colapsar parcialmente. Mientras, el Povolca insiste en que ese mayor pico de energía sísmica responde a los cánones habituales de una erupción volcánica fisural de carácter estromboliano típica de la zona canaria.
El volcán permanece activo desde el pasado domingo, 19 de septiembre, y ha obligado a la evacuación de más 6.000 personas, tras arrasar al menos 420 viviendas y 190 hectáreas de cultivo, naves y terrenos.