El "binge drinking": los atracones de alcohol que practica un tercio de los adolescentes españoles

Con motivo del Día Mundial Sin Alcohol, que se celebra l 15 de noviembre, los últimos datos del Informe ESTUDES 2025 revelan una realidad preocupante: casi un 30% de jóvenes de entre 14 y 18 años practica este "rito", una conducta que pone en riesgo su salud física, emocional y neurológica
Foto archivo alcohol
photo_camera Foto archivo alcohol

Aunque España registra mínimos históricos en el consumo de tabaco y cannabis entre estudiantes de 14 a 18 años, la Encuesta ESTUDES 2025 deja un dato preocupante: casi un 30 % de los adolescentes españoles practica el binge drinking, o consumo en atracón. Esta conducta, que combina ingesta masiva de alcohol en poco tiempo, pone en riesgo la salud física, emocional y neurológica de los jóvenes.

El 15 de noviembre, Día Mundial sin Alcohol, llega como recordatorio de que ni las autoridades ni los médicos bajan la guardia. Según Esvidas, aunque la curva de consumo general desciende, la práctica del binge drinking sigue siendo alarmante: cerca de un tercio de los estudiantes la lleva a cabo durante el último año, un 28,2% en Castilla y León, y consideran esta práctica como una especie de rito social.

El doctor Antonio Peña, médico  de Esvidas, especialista en adicciones, advierte que los jóvenes con dificultades de aprendizaje, problemas de conducta o una marcada necesidad de socializar son los más vulnerables. “Suelen asumir roles de liderazgo en los botellones, arrastrando a sus compañeros hacia conductas de riesgo”, explica. Durante un episodio de atracón, los adolescentes sufren desinhibición, pérdida de coordinación e intoxicaciones que pueden requerir atención médica urgente. Pero los efectos van más allá de la resaca: aumentan los riesgos de accidentes, lesiones, conductas impulsivas y desarrollo futuro de adicciones.

El cerebro adolescente aún está en desarrollo, y el alcohol altera neurotransmisores esenciales, provoca inflamación y afecta áreas relacionadas con la memoria, la atención y la toma de decisiones. “Cuanto más joven se empieza y mayor es la frecuencia de los atracones, más alta es la probabilidad de desarrollar dependencia al alcohol en el futuro”, señala Peña.

Margarita Pascual, psicóloga clínica de Esvidas, recuerda que el único consumo seguro es cero. “No existe una cantidad segura de alcohol en la adolescencia. Incluso una copa diaria puede evolucionar en problemas cognitivos o dependencia futura”, afirma.

Los expertos coinciden en que la prevención empieza en casa: educación, acompañamiento familiar y diálogo son las claves para proteger a una generación que busca intensidad sin medir las consecuencias.

Comentarios