Cada 28 de mayo se celebra el Día Mundial del Juego, jugar es un actividad que todos hemos desarrollado, y es una cultura del mundo. Jugar fortalece a los niños para crear relaciones seguras con los demás. También hay estudios que dicen que el jugar baja el nivel de estrés.
El jugar es un derecho, ya que el el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño: “derecho del niño al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.
El Día Internacional del Juego nació desde la Asociación Internacional de Ludotecas (ITLA), en 1999. Posteriormente, fue impulsada en el año 2008 por la doctora Freda Kim, una profesora británica devota y defensora de los juguetes y el juego de los niños y niñas.
El objetivo principal es visibilizar el derecho al juego para los niños, con este día se busca reflexionar sobre el derecho que tienen los niños y niñas al descanso, al esparcimiento, a los juegos y a las actividades recreativas que vayan acorde a su edad.
Jugar contribuye al desarrollo del lenguaje, el razonamiento científico y matemático, las habilidades críticas y el autocontrol. Fomenta la inteligencia, la creatividad, la curiosidad, la socialización, el compromiso y la afectividad. Jugar también ayuda a la gestión de las emociones, como la frustración, el miedo y el enfado. Es una manera ideal para que los niños y niñas aprendan a sobrellevar situaciones de estrés, ansiedad, depresión o adversidad en un futuro. Los juegos fomentan las habilidades de negociación en las dinámicas de grupo, así como transmitir valores como la empatía y el compromiso.
