Austria "abre la veda" a los confinamientos en Europa para tratar de frenar la cuarta ola de Covid-19 en un país que trata así de poner coto al aumento exponencial de casos. Durante 20 días, los austríacos deberán permanecer en sus domicilios y únicamente se permite su salida por motivos esenciales.
Entre ellos se aborda la necesidad de realizar compras de alimentos, medicamentos y otros productos de necesidad básica, atención a dependientes, el trabajo y la educación, también está "la recreación física y mental al aire libre" -la práctica de ejercicio-, pero con una redacción incluida en el decreto publicado por el Gobierno austríaco que pone en valor la necesidad de mantener la salud mental de la población en estos duros días de vuelta a casa.
Una medida que durará hasta el 12 de diciembre, si bien podrá prolongarse mediante decreto.
Todo ello no sin protestas. Y es que Viena ha sido en estos últimos días escenarios de varios disturbios contra las nuevas medidas más allá del confinamiento y que también incluyen la vacunación obligatoria a partir de febrero de 2022, unos disturbios que en la noche del domingo también se han trasladado a Bruselas, sede de la Unión Europea.
