La ONG Amnistía Internacional ha denunciado la “caza de brujas” por parte de las autoridades rusas contra aquellos que muestran su oposición hacia la guerra en Ucrania.
“La persecución contra estas personas va más allá de las medidas tomadas con anterioridad contra manifestaciones y activistas en el país. Los que critican la guerra se enfrentan a cargos arbitrarios simplemente por hablar”, ha apuntado Marie Struthers, directora de la organización.
Y es que, la nueva ley rusa recoge hasta quince años de prisión por comentarios sobre el ejército que puedan provocar graves consecuencias.
"Son persecuciones lamentables y una flagrante violación de los derechos de libertad y expresión", ha indicado Struthers.
