El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) ha emitido una advertencia sobre la presencia de unas almendras procedentes de Estados Unidos en España, las cuales contienen aflatoxinas, unas toxinas altamente cancerígenas. Estas sustancias representan un riesgo "grave" para la salud, según indican las autoridades sanitarias.
Las aflatoxinas detectadas en las almendras superan los niveles permitidos, con concentraciones de aflatoxinas totales y Aflatoxina B1 por encima de los límites establecidos. Este hallazgo ha llevado a la paralización de su distribución en el país.
Las aflatoxinas son micotoxinas producidas por ciertos hongos, como el Aspergillus flavus y el Aspergillus parasiticus, que pueden contaminar diversos cultivos agrícolas, incluyendo los frutos secos como las almendras. Estas toxinas son conocidas por ser genotóxicas y carcinógenas, aumentando significativamente el riesgo de desarrollar cáncer hepático en caso de exposición prolongada.