El aire que respiramos, en el punto de mira, la contaminación dispara el cáncer de pulmón

En 2022 se detectaron 1,57 millones de nuevos casos de cáncer de pulmón en todo el mundo, con un crecimiento notable entre la población no fumadora
Adiós al tabaco. Fotografía: AECC Toro
photo_camera Adiós al tabaco. Fotografía: AECC Toro

El cáncer de pulmón ha dejado de ser una enfermedad exclusivamente asociada al consumo de tabaco. Un reciente estudio publicado en la revista The Lancet Respiratory revela que la contaminación del aire es un factor de riesgo determinante en el desarrollo de esta enfermedad, especialmente entre personas que nunca han fumado.

Los datos del informe muestran que en 2022 el cáncer de pulmón en no fumadores se convirtió en la quinta causa principal de muerte por cáncer a nivel mundial. Este cambio se debe, en parte, a la disminución del tabaquismo en muchos países, lo que ha puesto el foco en otros factores de riesgo, como la contaminación atmosférica. El estudio establece una clara relación entre la incidencia del cáncer de pulmón y la exposición a material particulado (PM), un contaminante del aire con efectos nocivos para la salud.

En 2022 se detectaron 1,57 millones de nuevos casos de cáncer de pulmón en todo el mundo, con un crecimiento notable entre la población no fumadora. China se encuentra entre los países más afectados debido al incremento de las emisiones contaminantes derivadas de la industrialización y el tráfico urbano.

La contaminación del aire se ha convertido en un problema creciente en la última década, impulsado por el uso de combustibles fósiles y la expansión industrial. La exposición prolongada a partículas finas puede desencadenar procesos inflamatorios en los pulmones que favorecen el desarrollo de células cancerígenas.

El estudio concluye que las autoridades deben priorizar estrategias de prevención ambiental, como la reducción de la exposición a material particulado, la promoción del transporte sostenible y la regulación de emisiones industriales. Solo con políticas ambientales más estrictas se podrá frenar el avance de esta enfermedad entre la población no fumadora y reducir el impacto del cáncer de pulmón a nivel mundial.

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