El Gobierno ha anunciado una nueva medida para frenar el creciente problema del spam telefónico. Esta iniciativa busca bloquear las llamadas comerciales no solicitadas, especialmente aquellas que provienen del extranjero o utilizan técnicas de suplantación de números. La propuesta de la normativa busca dar más transparencia a las comunicaciones, al permitir que solo se utilicen números identificables como los que comienzan con 800 o 900.
A pesar de las buenas intenciones de la medida, se trata de un paso más en una serie de intentos por acabar con el spam telefónico, que ha sido un tema recurrente en los últimos años. Las restricciones previas, como la prohibición de las visitas comerciales no solicitadas y las llamadas sin consentimiento previo, no han logrado erradicar por completo el problema. Por tanto, aunque este avance es positivo, no garantiza el fin definitivo del acoso telefónico.
Desde las asociaciones de consumidores, como FACUA, se sigue pidiendo que se tomen medidas adicionales para evitar que las empresas sigan operando bajo prácticas fraudulentas. Una de las propuestas más fuertes es que las grabaciones de las llamadas comerciales incluyan una confirmación clara de que el usuario solicitó expresamente la llamada, de lo contrario, el contrato no debería ser válido. Esta medida tendría como objetivo proteger al consumidor y evitar que se vea engañado por ofertas no solicitadas.
Finalmente, la nueva normativa también incluye sanciones para las empresas que persistan en estas prácticas, lo que podría significar una multa en caso de infracción. El Gobierno ha asegurado que este es solo un paso más en la lucha contra el spam telefónico y que se continuará trabajando para mejorar la seguridad en las comunicaciones electrónicas. Sin embargo, la clave será cómo se implementen las medidas y si realmente pueden frenar el fenómeno de las llamadas comerciales no deseadas