15 de noviembre de 2022, 12:48
Los activistas continúan haciendo de las suyas y lo han vuelto a hacer. Este martes han rociado con líquido negro un cuadro del pintor Gustav Klimt en el Museo Leopold de Viena.
Así, han querido denunciar que “los pozos de petróleo y gas son una sentencia de muerte para la humanidad”. Una manera de luchar por el cambio climático, pero destrozando obras de arte de artistas de renombre que perjudican a la cultura mundial.
El cuadro “Muerte y Vida” ha sido el objetivo de estos jóvenes que reivindican proteger el planeta. Así, con ese título, han querido utilizarlo como metáfora de su denuncia.
Por suerte, según la televisión estatal del país, el cuadro estaba protegido por un cristal y no ha sufrido daños.
